EUROPA/ESPAÑA - “Entre los juristas hay una opinión muy extendida sobre la inconstitucionalidad de la ley. Convivir con dos padres o dos madres es un experimento social en el que el cobaya es el menor”: entrevista de Fides al Vicepresidente del Foro Español de la Familia que ha convocado la Manifestación de hoy en Madrid

sábado, 18 junio 2005

Madrid (Agencia Fides) - Benigno Blanco, Vicepresidente del Foro Español de la Familia, entidad convocante de la manifestación del próximo sábado, 18 de junio en Madrid en defensa del verdadero matrimonio y la familia afirma en una entrevista a la Agencia Fides que el proyecto de ley sobre el matrimonio entre homosexuales es claramente inconstitucional. Por ello el FEF ha convocado la manifestación en la que no se busca atacar a nadie sino solo defender la familia verdadera

¿Cuáles son realmente las causas y finalidades que están en la base de esta política contra la vida y la familia en España y en todo el mundo?
Es difícil contestar en pocas palabras. Aún con el riesgo de una cierta simplificación, yo resaltaría la influencia en estas políticas antifamiliares de los epígonos de las últimas ideologías del siglo XX: una mezcla de marxismo práctico que ve en la familia una estructura de poder contraria a la plena libertad de los individuos que la componen, especialmente de la mujer y los niños; una visión postfreudiana que no es capaz de entender el carácter finalista del amor y el sexo en el contexto del matrimonio y la familia y un barniz de pesimismo antropológico existencialista que impide entender el sentido del compromiso y la entrega personal a otro que subyace siempre en la familia.
En este batiburrillo de ideas, el afán de exaltación del individuo autónomo como única fuente de la moral lleva a ver la religión y todo lo que se supone a ella vinculado - moral sexual, matrimonio, etc- como la última barrera a derribar para alcanzar la plena libertad. Este es el trasfondo ideológico que yo percibo en las argumentaciones de los gobernantes españoles aunque muchas veces ni ellos mismos son conscientes de esta fuentes de inspiración.

En estos momentos se está debatiendo en España la equiparación de la unión de personas del mismo sexo con el matrimonio natural. ¿puede una ley trastocar así el orden natural de las cosas? ¿Por qué tanto interés y prisa en España para legalizar estas uniones?
Si todo es matrimonio nada es matrimonio. La consecuencia jurídica más grave de una ley que haga esa equiparación es que el término "matrimonio" pasa a referirse a una realidad de contornos tan amplios y difusos como la de relación de cualesquiera dos adultos que se profesan un cierto afecto y tienen ciertas intenciones de mantener relaciones sexuales; es decir, el matrimonio en sentido estricto desaparece del ordenamiento jurídico, deja de tener una regulación específica. Con la equiparación de las uniones homosexuales con el matrimonio no se resuelve ningún problema de privación de derechos a los homosexuales -que ya tienen derecho a casarse pero no lo ejercitan como no lo ejercitan los curas por ejemplo- sino que lo que se hace es privar de regulación jurídica al matrimonio de verdad.
En concreto, una ley no puede alterar el orden natural de las cosas y por eso, cuando lo pretende, destroza; en este caso destroza jurídicamente al matrimonio convirtiéndole en alegal. Las prisas para la legalización son las prisas para legitimar ante la opinión pública la homosexualidad y atacar a esa estructura de opresión que es la familia para los defensores de la exaltación de una sexualidad sin barreras ni responsabilidad.

Se ha afirmado que la ley de uniones homosexuales es claramente inconstitucional ¿Es esto así? ¿Por qué?
Entre los juristas españoles serios hay una opinión muy extendida sobre la inconstitucionalidad de la ley. En ese sentido se han manifestado el expresidente del Tribunal Constitucional Rodríguez Bererijo y otros muchos magistrados y catedráticos. La argumentación más sólida sobre la inconstitucionalidad de esta ley la han aportado los dos máximos órganos constitucionales de asesoramiento jurídico del Gobierno: el Consejo de Estado y el Consejo General del Poder Judicial que en sendos dictámenes sobre la ley han aconsejado al Gobierno que retire el proyecto por no tener cabida en la Constitución española que garantiza en su art. 32 la institución del matrimonio como un derecho del hombre y la mujer. Esta garantía constitucional del matrimonio, hace inviable que el legislador ordinario cambie la naturaleza esencial del matrimonio como unión entre hombre y mujer. El Foro Español de la Familia ha solicitado del Partido Popular, único que puede hacerlo por contar en el Parlamento con los 50 diputados o senadores que se exigen para recurrir ante el Tribunal constitucional, que interponga recurso de inconstitucionalidad cuando la ley se apruebe.

En el caso de que la ley saliese adelante y estas parejas pudiesen adoptar niños ¿No estaríamos ante un caso claro de injusticia y violencia ante los niños indefensos, una ‘injusticia defendida por la misma ley’?
Estaríamos ante un vuelco radical de los principios que inspiran la institución de la adopción. Ahora la adopción es un medio de darle a un menor que ha perdido a sus padres, aquello que ha perdido: un padre y una madre. Mañana sería un medio de darles a unos adultos que desean un niño el niño que desean, haciendo abstracción del interés del menor. Y esto es lo grave: convivir con un padre y una madre es lo ecológico y natural en la especie humana; convivir con dos padres o dos madres es un experimento social en el que el cobaya es el menor. Dos homosexuales pueden ser dos buenos padres, pero no son una madre. Dos lesbianas pueden ser dos buenas madres, pero no son un padre.
En España, bajo la dirección del Dr. psiquiatra Aquilino Polaino se acaba de hacer un estudio de toda la literatura existente en el mundo sobre la experiencia de la convivencia de un menor con dos homosexuales y la conclusión es clara por meras razones médicas y psiquiatricas: no es aconsejable.

Otro problema que se está debatiendo en estos momentos y que quizá está pasando más desapercibido es la Ley de Divorcio ¿qué se pretende con esta ley? ¿qué consecuencias provocará?
Con la nueva ley del divorcio, cualquier persona casada pasará a tener derecho a divorciarse a partir del tercer mes desde la boda, sin necesidad de alegar ni demostrar causa alguna y aunque el otro cónyuge se oponga. Hasta ahora el divorcio sólo se podía conceder por un juez cuando se acreditaba en sede judicial una causa grave (violencia, maltrato, drogodependencias, abandono del hogar, etc) o previa separación acordada por un juez y continuada durante al menos dos años (hay más casuística pero no entro ahora en detalles). Es decir, España va a pasar de un sistema de divorcio-remedio a otro de libre divorcio unilateral y sin causa.
Con esta reforma el ordenamiento jurídico español ya no contará con ningún mecanismo de apuesta por la estabilidad del matrimonio aún dentro de una legislación divorcista como existe en el resto de países europeos. Dicho de otra manera: con esta ley el legislador privatiza al máximo la institución matrimonial hasta el punto de que ya costará distinguirla de las uniones de hecho pues ¿qué unión de hecho no nace con una vocación de permanencia de al menos tres meses?
Existe poco debate público sobre esta ley porque la gravedad inconmensurable de la de "matrimonio" homosexual ha hecho que todos concentremos nuestra atención en esta última. La suma de las dos supone un claro intento de voladura del matrimonio. (RG) (Agencia Fifdes 18/6/2005 Líneas: 96 Palabras: 1261)


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