AFRICA - "La cancelación de la deuda de los países más pobres decidida por el G8 es una óptima noticia": la voz de la Iglesia africana a Fides

lunes, 13 junio 2005

Roma (Agencia Fides) - Satisfacción pero también prudencia sobre como será aplicada la reducción de la deuda. Son estas las reacciones recogidas por la Agencia Fides de exponentes de la Iglesia en África y del mundo misionero sobre la decisión de los Países del G8 de cancelar la deuda de 18 países africanos y de la América Latina: Benin, Bolivia, Burkina Faso, Etiopía, Ghana, Guyana, Honduras, Madagascar, Malí, Mauritania, Mozambique, Nicaragua, Níger, Rwanda, Senegal, Tanzania, Uganda y Zambia. En total, el acuerdo concernirá a unos cuarenta países para una suma final previsible de 55.000 millones de dólares de deudas canceladas. 40.000 millones de dólares inmediatamente, la cifra subirá a 55 cuando al primero grupo de 18 países se unan a los otros. El deseo de todos es que los recursos así liberados no se empleen para comprar armas o para el enriquecimiento de los gobernadores locales, sino para la construcción de escuelas, hospitales, y dar un verdadero desarrollo a los ciudadanos de estos Países. Juan Pablo II pidió en varias ocasiones la anulación de la deuda así como numerosas personas de distintas convicciones políticas y religiosas en todo el mundo.
“Estamos satisfechos obviamente con la decisión tomada por el G8" dice a Fides S.E Mons. Berhaneyesus Demerew Souraphiel, C.M. Arzobispo de Addis Abeba y Presidente de la Conferencia Episcopal de Etiopía y Eritrea. Mons. Souraphiel ha formado parte de la delegación de Cardenales y Obispos católicos que a finales de mayo se acercaron a Europa para pedir la cancelación de la deuda de los países más pobres. Además de Mons. Souraphiel, formaban parte también de la delegación el Cardenal Telesphore Placidus Toppo, Arzobispo de Ranchi (India), el Cardenal Oscar Andrés Maradiaga Rodríguez, Arzobispo de Tegucigalpa (Honduras), Mons. John Olorunfemi Onaiyekan, Arzobispo de Abuja (Nigeria) y mons. Medardo Joseph Mazombwe, Arzobispo de Lusaka (Zambia). "Nuestras peticiones han sido así acogidas. Nosotros hemos insistimos para que los países más ricos se comprometan en un auténtico desarrollo de las áreas más pobres del planeta, destinando a este objetivo cada año el 0,7% de su Producto Interior Bruto" afirma el arzobispo de Addis Abeba.
"Es una noticia que nos ha producido gran alegría y acogemos con mucha satisfacción” afirma al teléfono con Fides Mons. Michel Christian Cartatéguy, Arzobispo de Niamey, capital de Níger, que se encuentra en una dramática situación a causa de una grave carestía (ver Fides 28 de mayo del 2005). Mons. Cartatéguy recuerda que "ya en el 2000, se le perdonó a Níger su deuda extranjero. El gobierno empleó los fondos destinados a recompensar la deuda para construir escuelas y hospitales. Por desgracia, por el contrario, faltan recursos financieros para administrar estas estructuras. Así tenemos escuelas sin profesores y hospitales sin médicos ni enfermeras"
"La decisión tomada por el G8 de asignar para el 2015 cuatro mil millones de dólares para las vacunaciones de niños y de promover el acceso universal para el 2010 a los tratamientos contra el SIDA es de por si positivo, pero los tiempos son demasiados amplios Habría que actuar de manera más rápida." dice a Fides Davide Naggi, responsable del centro médico de la asociación Voluntarios por el Desarrollo Internacional (AVSI) en Gulu, al Norte de Uganda. "Además, los Estados donadores deben controlar la situación para que las ayudas sean distribuidas en primer lugar allí donde sean más necesarias. Por desgracia con frecuencia los gobiernos locales privilegian en la distribución de las ayudas algunas zonas en detrimento de otras, porque favorecen la etnia de pertenencia de la clase dirigente respecto a las otras". (L.M) (Agencia Fides 13/6/2005 Líneas: 44 Palabras: 615)


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