VATICANO - "La Iglesia es universal y su misión consiste en anunciar el Evangelio a todas las gentes, por tanto Internet puede considerarse como un instrumento útil a tal finalidad" afirma el Presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones Sociales

martes, 7 junio 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Dios también puede encontrarse en la red. Y entre los millones de personas que cada día navegan por Internet, muchos pueden encontrar palabras de esperanza, confrontándose con otras experiencias culturales y espirituales, derribando las barreras ideológicas, hasta descubrir nuevos horizontes", ha afirmado el Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, Su Exc. Mons. John P. Foley, al intervenir ayer en Roma en un encuentro sobre "Internet y la Iglesia católica en Europa", promovido por el Consejo de las Conferencias Episcopales Europeas (CCEE).
"Internet puede ser una nueva vía hacia Dios - ha continuado Mons. Foley -, una llamada para la Iglesia a interrogarse sobre las oportunidades de los nuevos medios para informar, educar, rezar y evangelizar, para llevar a todas partes la Palabra de Dios, para alcanzar también a quién vive en la soledad y que quizás no abriría nunca la puerta de su casa."
Recordando el Mensaje de Juan Pablo II para la XXXVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2002 sobre el tema "Internet: un nuevo Foro para proclamar el Evangelio", en el que el Papa exhortó a toda la Iglesia a pasar atrevidamente este nuevo umbral, "para remar mar adentro en la Red", Mons. Foley ha subrayado que la exhortación del Santo Padre está dando sus frutos. "La Iglesia es universal y su misión consiste en anunciar el Evangelio a todas las gentes, por tanto Internet puede considerarse un instrumento útil a tal finalidad gracias a las potencialidades de la globalización virtual que son su característica principal. Es pues natural que la Iglesia mire esta nueva posibilidad ofrecida por los medios de comunicación social que derriba las fronteras geográficas, reduce las distancias entre países y culturas, abre a toda la humanidad grandes oportunidades de conocimiento."
El Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales subrayó después que "la Iglesia, en cuanto portadora de la Revelación de Dios, tiene la tarea de comunicar la Palabra y debe animar al uso de Internet para el bien común, para el desarrollo de la paz y la justicia, en el respeto de la dignidad personal y con espíritu de solidaridad. Este instrumento tiene la capacidad de unir entre ellos millones de redes, de crear un inmenso banco de datos, demostrando que no es sólo un medio de diversión sino también un vehículo de compromiso, de profundización cultural y también espiritual. Internet es pues el areópago de nuestro tiempo, el instrumento para difundir el mensaje cristiano, pero es necesario educar a su empleo ya que, como en toda realidad que nos circunda, el elemento positivo se contrapone al negativo, creando confusión y falsos valores." (S.L) (Agencia Fides 7/6/2005 - Líneas: 34 Palabras. 479)


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