VATICANO - El Papa recibe a los Obispos de Burundi en visita ad Limina: "anunciar el Evangelio, curar la memoria y los corazones, favorecer la solidaridad entre todos los burundeses, abandonando el espíritu de venganza y resentimiento e invitando al perdón y a la reconciliación"

sábado, 28 mayo 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La "vitalidad espiritual y misionera de las comunidades diocesanas" de Burundi ha sido subrayada esta mañana por el Santo Padre Benedicto XVI que ha recibido en audiencia a los Obispos de la Conferencia Episcopal de Burundi, con los que ya se había reunido en los días pasados en audiencias separadas, con ocasión de su visita "ad Limina Apostolorum". En su saludo el Papa recordó expresamente al Nuncio Apostólico en Burundi, Mons. Michael A. Courtney, asesinado en diciembre del 2003, "que fue fiel hasta entregar su propia vida a la misión que el Santo Padre lo había confiado al servicio de vuestro querido país y de la Iglesia local."
El Papa ha subrayado después el papel activo que reviste la Iglesia en la promoción de la paz y la reconciliación en el País, "especialmente en este período de campaña electoral". Los burundeses han sido probados por los sufrimientos causados por la guerra, durante la que, sin embargo, "numerosos cristianos han testimoniado de manera heroica su fe". El plan pastoral y los Sínodos diocesanos locales, ha subrayado el Santo Padre, "contribuirán a anunciar el Evangelio, a curar la memoria y los corazones, a favorecer la solidaridad entre todos los burundeses, dejando a un lado el espíritu de venganza y resentimiento, e invitando al perdón y a la reconciliación."
Este año se celebra el décimo aniversario de la exhortación apostólica post-sinodal "Ecclesia in África", promulgada por Juan Pablo II: que este documento “¡se convierta en el mapa de vuestro compromiso en la misión que se os ha confiado, en comunión con las otras Iglesias locales!" ha exhortado Benedicto XVI, animando a los Obispos a mostrar particular atención a todos los fieles para que "vivan cada vez más intensamente las exigencias de su Bautismo". De este modo, no experimentarán la necesidad de volver a las prácticas religiosas antiguas, no purificadas por el Espíritu del Señor, o de dirigirse hacia las sectas. Benedicto XVI ha recomendado después estar atentos a una sólida formación cristiana, sin descuidar los esfuerzos de inculturación especialmente en el campo de la traducción de la Biblia y de los textos del Magisterio.
Por último, el Papa ha dado gracias a Dios por los esfuerzos apostólicos realizados muy a menudo en situaciones difíciles, de sacerdotes, religiosos, religiosas, sin olvidar a los catequistas, "importantes asistentes del apostolado" y a todos los fieles que participan en el desarrollo del hombre y de la sociedad, en el ámbito de las obras de la Iglesia para la promoción social y el servicio en el campo de la educación y la salud. (S.L) (Agencia Fides 28/5/2005; Líneas: 34 Palabras: 476)


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