AFRICA/BURUNDI - "La confianza de la población respecto a la Iglesia viene de los años de guerra civil, en los que los Pastores permanecieron junto a la gente" dice a Fides el Presidente de los Obispos de Burundi

miércoles, 25 mayo 2005

Roma (Agencia Fides) - "La población tiene confianza en la Iglesia y por esto hay sacerdotes y religiosos activamente comprometidos en garantizar la corrección de las próximas elecciones" dice a la Agencia Fides Su Excelencia Mons. Jean Ntagwarara, Obispo de Bubanza y Presidente de la Conferencia Episcopal de Burundi, que se encuentra en Roma para la visita ad limina.
"El portavoz de la Comisión electoral nacional independiente es Don Azor Kana, y hay sacerdotes y religiosos que trabajan en los comités electorales provinciales. Estas personas no actúan a título personal sino en representación de la Iglesia borundesa" recuerda Mons. Ntagwarara. Efectivamente "La población también tiene confianza en la Iglesia y por ello, las fuerzas políticas borundesas están convencidas de que la participación de nuestros representantes en las comisiones electorales constituyen una garantía para la corrección de las elecciones."
El 3 de junio tendrán lugar en Burundi las elecciones municipales, a las que seguirán otras consultas electorales que concluirán en agosto con las elecciones presidenciales.
"La confianza de la población respecto a la Iglesia viene de los largos años de guerra civil, en los que los Pastores permanecieron junto a la gente, compartiendo su sufrimiento, porque formamos parte del pueblo" afirma el Obispo.
Mons. Ntagwarara se muestra confiado sobre la vuelta de la paz, a la luz de los últimos acuerdos entre el Presidente de Burundi, Domitien Ndayizeye y Agathon Rwasa, líder de las Fuerzas Nacionales de Liberación (FNL), el último grupo todavía armado activo en el país (ver Fides 16 de mayo del 2005). "La gente está cansada de la guerra y quiere la paz, la mayoría de la población la desea porque es la única vía practicable para el futuro" dice el Presidente de la Conferencia Episcopal.
"La Iglesia debe ahora hacer frente al desafío de curar las heridas profundas que han dejado tantos años de guerra civil y que han provocado enormes daños, materiales y espirituales" continúa Mons. Ntagwarara. "Debemos antes que nada, reconciliar los espíritus marcados por el odio, promoviendo una auténtica cultura de paz. Somos conscientes de que es un trabajo a largo plazo que empeñará a la comunidad cristiana en los años venideros. Es un trabajo complejo que requiere mucha paciencia y constancia."
"Tenemos que ayudar luego a reconstruir los fundamentos de la sociedad, esto es, la familia. Por desgracia, durante los años de la guerra civil numerosos núcleos familiares fueron destruidos. Muchos padres de familia murieron y ahora tenemos un gran número de viudas y huérfanos. A esto se suma la plaga del SIDA, que es un problema muy serio. La enfermedad se ha difundido a causa de la promiscuidad en los campos de refugiados, del alejamiento de los maridos de las mujeres a causa de la guerra. Necesitamos una fuerte intervención de la comunidad internacional para afrontar la pandemia" afirma el Obispo. "También en el plano material la guerra ha provocado destrucciones enormes. Es todo el tejido económico el que hay que reconstruir. Si queremos dar un futuro a las nuevas generaciones tenemos que impulsar la economía del país, y también, en este caso, es necesaria la intervención y la solidaridad de la comunidad internacional" continúa Mons. Ntagwarara. "También la Iglesia ha padecido daños materiales muy graves. Pongo sólo un ejemplo. Cuando tomé posesión de la diócesis de Bubanza, en 1998, el 20% de los lugares de culto estaban completamente destruidos."
"Tenemos por lo tanto ante nosotros una tarea desmesurada, que afrontaremos confiados en la ayuda de Dios" concluye el Presidente de la Conferencia Episcopal de Burundi. (L.M) (Agencia Fides 25/5/2005 Líneas: 46 Palabras: 622)


Compartir: