VATICANO - Benedicto XVI se reúne con los sacerdotes y diáconos de Roma: "Cristo resucitado nos llama a ser sus testigos y nos da la fuerza de su Espíritu, para serlo de verdad. Es pues necesario estar con Él para poder dar testimonio con toda nuestra vida"

viernes, 13 mayo 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Esta mañana el Santo Padre Benedicto XVI se ha acercado al Palacio del Vicariato de Roma dónde, en el aula de la Conciliación, se ha reunido con el Personal empleado en la Oficinas del Vicariato. Después de una breve visita al apartamento Pontificio, el Santo Padre se ha reunido con el Clero Romano reunido en la Basílica de San Juan de Letrán
Recordando la "extraordinaria experiencia de fe" vivida con ocasión de la muerte del Papa Juan Pablo II, que nos ha enseñado "una Iglesia de Roma intensamente unida, llena de vida y rica en fervor". Benedicto XVI ha subrayado que "en la humilde adhesión a Cristo único Señor, podemos y debemos promover juntos esa "ejemplaridad" de la Iglesia de Roma que es genuino servicio a las Iglesias hermanas presentes en todo el mundo". Parece ya superado el tiempo de la crisis de identidad que ha afligido a muchos sacerdotes, sin embargo "es indispensable siempre volver de nuevo a la raíz de nuestro sacerdocio. Esta raíz, como bien sabemos, es solo una: Jesucristo Señor" ha exhortado el Papa, recordando que "esta es también la verdadera naturaleza de nuestro sacerdocio. En realidad, todo lo que es constitutivo de nuestro ministerio no puede ser el producto de nuestras capacidades personales."
"Queridos sacerdotes de Roma, el Señor nos llama amigos, nos hace sus amigos, se encomienda a nosotros, nos confía su cuerpo en la Eucaristía, nos confía su Iglesia. Y por tanto, debemos ser realmente sus amigos, tener un sólo sentir con Él, querer lo que Él quiere y no querer lo que Él no quiere… Porque tiene en Cristo su raíz, el sacerdocio es, por su naturaleza, en la Iglesia y para la Iglesia… El sacerdocio ministerial tiene una relación constitutiva con el cuerpo de Cristo, en su doble e inseparable dimensión de Eucaristía e Iglesia, de cuerpo eucarístico y de cuerpo eclesial."
Benedicto XVI ha recordado de haber hablado, en la homilía que precedió el Cónclave, de una "santa inquietud" que debe animarnos de llevar a todos el don de la fe: "Queridos hermanos sacerdotes de Roma, Cristo resucitado nos llama a ser sus testigos y nos dona la fuerza de su Espíritu, para serlo de verdad. Es pues necesario estar con Él para poder dar testimonio con toda nuestra vida." Citando la expresión del apóstol Pablo, "hacerse todo a todos", el Papa ha dicho que “esto se expresa en la cercanía cotidiana, en la atención hacia cada persona y familia.... Es decisivo que la cercanía y la atención a todos siempre tenga lugar en el nombre de Cristo y tienda constantemente a conducir a El". Tal cercanía y dedicación significa tiempo, preocupaciones, derroche de energías, pero "para poder resistir, y más aún, crecer, como personas y como sacerdotes, es fundamental ante todo la íntima comunión con Cristo… necesitamos momentos para restablecer nuestras energías, y sobre todo para rezar y meditar, volviendo a nuestra interioridad y encontrando dentro de nosotros al Señor. Por tanto, el tiempo para estar en la presencia de Dios es una verdadera prioridad pastoral, en última instancia, la más importante."
El Santo Padre ha continuado: "Queridos sacerdotes, no subrayaremos nunca lo suficiente lo fundamental y decisivo que es nuestra llamada a la santidad. Es no sólo la condición para que nuestro personal apostolado sea fructífero sino también, y más ampliamente, para que el rostro de la Iglesia refleje la luz de Cristo"
Por último, el Papa ha recordado que Su Ministerio de Obispo de Roma se coloca en el surco de sus Predecesores, "acogiendo en particular la herencia preciosa que Juan Pablo II ha dejado: por este camino, queridos sacerdotes y diáconos, caminamos juntos con serenidad y confianza. Seguiremos tratando de hacer crecer la comunión dentro de la gran familia de la Iglesia diocesana y colaborar para incrementar la orientación misionera de nuestra pastoral". (S.L) (Agencia Fides 13/5/2005; Líneas: 47 Palabras: 690)


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