EUROPA/ESPAÑA - Hay que despertar la conciencia de que "todos son misioneros" y especialmente los niños, para que "sean los misioneros del mañana" afirma al Director Nacional de las OMP

miércoles, 11 mayo 2005

Madrid (Agencia Fides) - Mientras se desarrolla en Lión (Francia) la Asamblea General Anual de las Obras Misionales Pontificias, publicamos una entrevista concedida recientemente a la Agencia Fides de Mons. Francisco Pérez González, Arzobispo Castrense y Director Nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) de España, en la que describe la actividad de animación misionera realizada durante el año pasado y las perspectivas para el futuro.
"Durante el año 2004 las OMP han trabajado especialmente para hacer conscientes a las diversas comunidades cristianas, y de modo especial las parroquias, de la importancia de la misión - dice Mons. Francisco Pérez González -. Se han realizado encuentros de catequesis especialmente para niños, con el objetivo prioritario de prepararlos para la Jornada de la Infancia Misionera, y para los jóvenes, con vistas a la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia. Además de las 3 Campañas anuales del DOMUND, Jornada la infancia Misionera y la las Vocaciones Nativas, que son siempre muy laboriosas, hemos tratado de dar mayor atención a la Pontificia Unión Misionera." España es desde siempre muy sensible a las misiones y todavía hoy es el país con el mayor número de misioneros. El Director nacional subraya la gran sensibilidad que se advierte en el tema de la cooperación: “Nos llegan muchas donaciones, y son muchas las personas que dejan en el testamento parte sus haberes a las Obras Misionales Pontificias. El entorno actual puede seguir favoreciendo la misión ad gentes, sobre todo entre los jóvenes, muchos de los cuales se sienten inquietos, insatisfechos frente al materialismo dominante. En verano unos 10.000 jóvenes participan en experiencias misioneras, campamentos, convivencias o van directamente a tierras de misión."
Entre los objetivos futuros, Mons. Pérez pone en primer lugar el despertar de la conciencia de que "todos son misioneros" y especialmente los niños, para que "sean los misioneros del mañana". "Muchos misioneros que ahora están en todo el mundo, continúa el arzobispo, me han dicho que cuando eran niños les ayudó mucho la Infancia Misionera para despertar en ellos el espíritu misionero y ayudarles a madurar en su vocación. Esta conciencia queremos también promoverla entre los enfermos. A este respeto además contamos con una niña, Mª Pilar Cimadevilla, conocida como Pilina, que fue miembro de la Unión de Enfermos Misioneros. Murió hace 50 años, a la edad de 10 años. Está ahora en curso el proceso de su beatificación. Esta niña tuvo un gran amor por la Eucaristía, todos los días asistía a la Misa y se quedaba en oración ante el Santísimo Sacramento. Ofreció todos sus dolores por las misiones. Yo la he propuesto a los niños como modelo, y ya están pidiendo por su beatificación y para que les ayudas a ser fieles a Jesús."
Mons. Pérez no esconde las dificultades que se encuentran en la animación misionera, conscientes sin embargo que "la misión se apoya en Cristo crucificado". En primer lugar, se advierte cierta ideología materialista y hedonista que se está extendiendo en la sociedad europea y en España. En particular "los jóvenes se encuentran en un momento delicado, porque piensan que la vida sólo es diversión y por tanto hay que pasarlo bien. De aquí la importancia de la formación de niños y jóvenes. Intentamos también vencer el egoísmo invitando a la solidaridad, sobre todo mirando a los países más pobres, y haciendo descubrir la importancia de lo que significa la nueva evangelización: amar a Dios y al hermano. También estamos notando una preocupante falta de esperanza, a veces incluso dentro de la misma Iglesia, que debe ser por el contrario, el lugar de dónde debe manar principalmente el sentido de la esperanza, que sólo encontramos en Jesucristo."
En una sociedad permeada por una mentalidad secular, hedonista y materialista, "las OMP tienen que entrar en el corazón de todas las diócesis y ser el espíritu transversal de toda acción pastoral - concluye Mons. Pérez -. Hoy no se entiende una acción pastoral sin una experiencia misionera y sin espíritu misionero. Todo hombre está sediento de Dios y la misión es llevar precisamente el hombre a Dios". (RZ/RG) (Agencia Fides 11/5/2005 - Líneas: 49 Palabras: 707)


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