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Bukavu (Agencia Fides) - “Un día para escribir en los anales de la Iglesia local del Kivu". Así define don Jean Baptiste Ruhangamugabu, Secretario Provincial de la Asamblea Provincial de los Obispos del Kivu (APEKI) el encuentro que comenzó ayer en Bukavu que reune a unos treinta representantes de las seis diócesis (Butembo-Beni; Goma, Uvira, Kasongo, Kindu, Bukavu) del Norte y Sur Kivu, al este de la República Democrática del Congo (RDC) para discutir la exhortación apostólica post-sinodal "Ecclesia in Africa" promulgada por Juan Pablo II en 1995.
"Deseamos una valoración de la exhortación apostólica post-sinodal Ecclesia in Africa con ocasión del décimo aniversario de su promulgación de Juan Pablo II" ha afirmado don Jean Baptiste Ruhangamugabu, según se lee en una nota enviada a la Agencia Fides por el p. Luigi Lo Stocco Radio Maria Malkia wa Amani - Bukavu. Haciendo una comparación con la delicada situación política del país, don Jean Baptiste Ruhangamugabu ha añadido: "Hay que reconocer que la situación sociopolítica de nuestro país ha hecho el término "valoración" en sentido unívoco. Cuando los políticos solicitan la valoración de la transición, tienen en la cabeza un único esquema. Para ellos, valoración significa registrar las quiebras, establecer las responsabilidades y castigar a los culpables. No ha sido nunca así en la Iglesia."
Se trata, pues, de interrogarse sobre los progresos realizados por la Iglesia en el Norte y Sur Kivu en los últimos 10 años. Los responsables de las Administraciones Generales, de la coordinación de las escuelas católicas, de las comisiones justicia y paz y de las comunicaciones sociales, de las oficinas para el desarrollo, discutirán hasta el sábado 14 de mayo sobre la enseñanza de la exhortación Apostólica post-sinodal Ecclesia in Africa y su continuación en el Kivu; de la comunión en la Iglesia y en sus estructuras particulares; del compromiso de la Iglesia - familia en el proceso electoral en la RDC.
Don Jean Baptiste Ruhangamugabu termina afirmando: "Por último, debemos recordar que somos tan solo técnicos al servicio de la autoridad, la única habilitada para legislar por el bien de nuestra Iglesia. Este no significa que nuestro trabajo no sea importante; exige más bien, mucha paciencia y tacto para afrontar el debate, creando una nueva cultura o mentalidad que meterá a todos en el dinámico sinodal. El camino será largo pero merece la pena seguirlo. Porque es como un camino de resurrección y esperanza como lo fue la asamblea especial del Sínodo de los Obispos para África en 1994". (L.M) (Agencia Fides 10/5/2005 Líneas: 32 Palabras: 441)
