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Taipei (Agencia Fides) – “La lección que nos viene de este imprevisto fenómeno del SRAS es la de aprender a mirar al hombre mas allá de su pertenencia religiosa, cultural, social; a reconocer la dignidad de criatura divina que todo hombre posee, a comportarnos sin prejuicios como verdaderos hermanos”.Es el pensamiento del Padre Lorenzo Fornaro OFM, misionero en Taiwán de 32 años y Director de las Obras Misionales Pontificias de la isla.
El Padre Fornaro ha dicho a la Agencia Fides que la Iglesia local esta atenta a seguir toda las medidas de cautela para impedir el contagio del virus: “Se evitan las grandes asambleas, se reza en pequeños grupos, con frecuencia sólo familiares. Pero el SRAS ha producido también en la comunidad cristiana un despertar espiritual: hay un soplo mayor hacia la oración y la conversión, se reza de manera incesante con el Rosario y muchos hacen practicas de penitencia. La comunidad cristiana se refugia y se abandona en las manos de Dios”.
Mientras tanto no faltan gestos de solidaridad hacia los médicos y parientes de los enfermos, confinados en cuarentena: “Hay un sentido de solidaridad absolutamente libre de etiquetas de prejuicios y de pertenencias religiosas” señala el misionero.
También las escuelas católicas y las parroquias han adoptado la máxima prudencia al promover iniciativas: “Sufrimos pero la esperanza no disminuye” indica el P. Fornaro.
Los católicos en Taiwán son el 1,5% de la población que cuenta con 21 millones de personas. Los padres franciscanos tienen una misión que desciende de la evangelización de Taiwán del siglo XVII. (PA) (Agencia Fides 7/5/2003 Líneas: 25 Palabras: 283)
