AFRICA/COSTA DE MARFIL - Por una parte los intereses de quienes extorsiona, por la otra un "no programa" de auténtico desarrollo. La paz es firme" declara a Fides un misionero del lugar

lunes, 9 mayo 2005

Abidján (Agencia Fides) - "La esperanza es lo último que se pierde, pero es puesta a dura prueba" dice a la Agencia Fides un misionero, comentando la quiebra de las negociaciones en el proceso de Desarme, Desmovilización, Reintegración (DDR) según la sigla francesa.
Después de 5 días de negociación en Yamoussoukro, capital política del país, las delegaciones del ejército marfileño y de las "Fuerzas Nuevas", la rebelión que controla el Norte, han decidido interrumpir las negociaciones. Las delegaciones no han encontrado un acuerdo ni sobre la fecha de inicio del desarme ni sobre un calendario preciso que marque las diversas etapas del proceso de retirada de las armas. Los coloquios deberían retomarse el viernes 13 de mayo.
"Por encima de las motivaciones expresadas por cada una de las partes sobre el fallo de las negociaciones, es claro que hay divergencias de fondo difíciles de superar" continúa el misionero. "Aparece cuánto menos complicada la posición de las Fuerzas Nuevas que continúan siempre presentando nuevas solicitudes, obligando a ir adelante en una negociación sin fin. Apenas han conseguido una concesión gubernativa, los rebeldes comienzan rápidamente una nueva solicitud."
"Esta actitud negociable está motivado por el hecho de que muchos miembros de la rebelión tienen interés en mantener el status quo" dice el misionero. "El Norte de Costa de Marfil lleva desde septiembre del 2002 en sus manos. Después de haber atracado y destrozado todo, los rebeldes se han adueñado de las casas de los habitantes que han huido a la zona bajo el control del gobierno. Ahora no quieren ahora dejar lo que han conquistado."
"Muchas personas que conocen bien a los rebeldes, afirman que los niños soldado alistado por las Fuerzas Nuevas, temen el proceso de Desarme, Desmovilización, Reintegración porque este no prevé su inserción en las filas del nuevo ejército. Los chicos, que sólo han conocido la guerra y la violencia y carecen en absoluto de formación escolar, se estarían organizando escondiendo las armas y dando vida a formaciones de bandas para continuar extorsionando a la población después del logro de un acuerdo de paz" afirma el misionero.
"Efectivamente, uno de los nudos por solucionar es la financiación del proceso de desarme, porque los rebeldes quieren ser pagados a cambio de la cesión de su arma. Pero por encima de todo esto es necesario crear las condiciones para el desarrollo del país dañado desde hace años por la guerra civil, pero no parece que haya en el horizonte ningún programa de tal género" concluye el misionero. (L.M) (Agencia Fides 9/5/20005 Líneas: 33 Palabras: 448)


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