VATICANO - Primera visita ad limina para Benedicto XVI: en la audiencia a los Obispos de Sri Lanka el Papa reafirma el compromiso con los niños, "que con demasiada frecuencia son sencillamente olvidados o explotados sin vergüenza como soldados, mano de obra o son víctimas inocentes del tráfico de seres humanos"

lunes, 9 mayo 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - el sábado 7 de mayo el Santo Padre Benedicto XVI recibió en la Biblioteca Privada a los Obispos de Sri Lanka, con ocasión de su visita ad limina Apostolorum: la primera de su Elección, como ha recordado el mismo Santo Padre al inicio del discurso.
"Provenís de un continente que se distingue particularmente por la riqueza de culturas, de lenguas y de tradiciones - dijo el Papa - y testimoniáis la fe profunda de vuestro pueblo en Jesucristo, el único Redentor del mundo."
Benedicto XVI dijo que había quedado particularmente impresionado por los efectos desoladores del tsunami que el pasado diciembre golpeó duramente Sri Lanka, y ha expresado a los Obispos su pesar y cercanía, en nombre de los católicos de todas partes. "En los rostros de aquellas personas privadas de todo, no podemos no reconocer el rostro doliente de Cristo y, de hecho, es Él a quien servimos cuando mostramos amor y compasión para los pobres". En particular, el Santo Padre se centró en los miembros más jóvenes, más duramente probados: "La comunidad cristiana tiene el deber particular de cuidar de los niños que han perdido a los padres a causa de desastres naturales. El Reino de Dios pertenece a estos miembros más vulnerable de la sociedad, que son con demasiada frecuencia son sencillamente olvidados o explotados sin vergüenza como soldados, mano de obra o son víctimas inocentes del tráfico de seres humanos. No debemos ahorrar ningún esfuerzo para exhortar a las autoridades civiles y a la comunidad internacional a combatir estos abusos y ofrecer a los niños la tutela legal que justamente merecen."
Recordando que "también en los momentos más oscuros de nuestra vida, sabemos que Dios nunca está ausente", el Santo Padre alabó a la Iglesia de Sri Lanka por su empeño excepcional para satisfacer todas las exigencias de las víctimas, y se alegró de "ver miembros de diversas religiones y diversos grupos étnicos de Sri Lanka y de toda la comunidad global reunidos para mostrar la misma solidaridad hacia los afligidos y redescubrir de este modo los vínculos fraternos que los unen."
Dado que en Sri Lanka un tercio de la población tiene menos de quince años, Benedicto XVI ha indicado como prioridad la educación religiosa en las escuelas y la formación espiritual y teológica en los seminarios. "Es satisfactorio saber que vuestro País es ya bendecido por un buen número de vocaciones al sacerdocio y pido para que muchos otros jóvenes reconozcan la llamada de Dios a consagrarse completamente por la salvación del Reino y respondan a la misma".
Por último, el Papa presentó a los Obispos la imagen de los discípulos de Emaús, tantas veces evocada por Juan Pablo II en este Año Eucarístico: Cristo "os acompañe mientras conducís vuestro pueblo por la senda del seguimiento de Cristo. ¡Renovad vuestra confianza en Él! ¡Abridle vuestro corazón! Suplícadle, en unión con toda la Iglesia en el mundo: Mane nobiscum Domine”. (S.L) (Agencia Fides 9/5/2005; Líneas: 38 Palabras: 540)


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