AMERICA/CANADA - “LA HERENCIA DE LA JMJ CONTINUA DESARROLLÁNDOSE, NO SOLO ENTRE LOS JÓVENES” - MENSAJE DEL PRESIDENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL UN AÑO DESPUÉS DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD DE TORONTO

miércoles, 23 julio 2003

Ottawa (Agencia Fides) - Hace un año, en julio del 2002, el Papa Juan Pablo II convocó a los jóvenes de todo el mundo en Toronto “para hacer experiencia de un fuerte sentido de fe, fraternidad y compromiso con ocasión de la XVII Jornada Mundial de la Juventud. Y ellos vinieron, jóvenes de todas partes del mundo... Miles de jóvenes canadienses se vieron fuertemente impresionados por este gran evento”. A un año de la Jornada Mundial de la Juventud 2002, el Presidente de la Conferencia Episcopal Canadiense, Su Exc. Mons. Jacques Berthelet, Obispo de Saint Jean Longueil, en su mensaje para la ocasión, subraya que “en todo el Canadá la herencia de la Jornada Mundial de la Juventud continua creciendo en las personas, no solo en los jóvenes sino en hombres y mujeres de todas las edades. Más allá del acontecimiento espectacular que reunió a miles de jóvenes en Toronto, permanece la esperanza discreta de la transformación interior y de la experiencia personal que es el corazón del Evangelio. Este fuego no puede apagarse. Un año después la juventud del mundo y, en particular, nuestros jóvenes canadienses, son invitados una vez mas a abrirse a la radicalidad del Evangelio que es la sal de la tierra y la luz del mundo”.
También el P. Thomas Rosica que fue el responsable organizativo de la Jornada Mundial de la Juventud de Toronto 2002, recuerda con nitidez el evento, sobre todo la tempestad de viento y lluvia que la mañana del domingo 28 de julio cayó sobre los jóvenes reunidos en el Downsview Park, haciendo volar todo – libros, folios de cantos, manteles del altar, sillas -. “Para mí y para muchos otros éste era el viento de Pentecostés del que hablan los Hechos de los Apóstoles. En medio de esta violenta tormenta, las naciones de la tierra -al menos las 172 de ellas que se juntaron en ese lugar- se apretaron en torno a Pedro en esa mañana de julio”. Otra imagen rememorada por el P. Rosica se refiere a los cerca de 4000 operadores de los medios de comunicación de todo el mundo que llegaron a Toronto, paragonando la narración evangélica de Zaqueo: “treparon a nuestros árboles para ver. Cuando cientos de miles de jóvenes discípulos pasaban, uno a uno los escépticos y los curiosos fueron descendiendo de las ramas para formar parte de esa gran peregrinación”. En un mundo lleno de miedo y terror, la Jornada Mundial de la Juventud presentó una visión alternativa del mundo, “de una belleza chocante”: alguien ha hablado de un momento extraordinario en la historia canadiense. “Rezo para que ese viento poderoso de Pentecostés continúe soplando con fuerza a través de la Iglesia en Canadá – concluye el P. Rosica -. Que sople de un océano a otro y a otro, dando vida plena a una iglesia que volvió a nacer el 28 de julio de 2002”. (S.L.) (Agencia Fides 23/7/2003 Líneas: 36 palabras: 513)


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