ASIA/TIMOR ESTE - Crece la tensión en las calles de Dili: peligro de degenerar en desórdenes la protesta sobre la enseñanza de la religión

miércoles, 4 mayo 2005

Dili (Agencia Fides) - El gobierno ha alineado las fuerzas del orden por las calles y presidiado los edificios públicos más importantes. Pero la gente no deja de abandonar las calles y hacer desaparecer así la protesta. El pulso entre la población de Timor Este y el gobierno de la isla, nacido por la cuestión de la enseñanza de religión en las escuelas públicas, amenaza ahora con degenerar en desórdenes y abierta violencia, señalan a Fides fuentes de la Iglesia local. El ejecutivo aprobó en febrero pasado una medida que convierte a la enseñanza de religión en facultativa para los estudiantes, que pueden elegir frecuentar las horas de religión o no. La normativa no ha encontrado la aprobación de la población que, desde hace unas dos semanas, ha salido a las calles de la capital: se considera que son cerca de 10.000 personas, un número que provoca preocupaciones, porque el tonos de la protesta no deja de aumentar.
Timor Este es un estado asiático con una población en un 96% católica, herencia de la colonización portuguesa. A mediados de abril comenzaron algunas manifestaciones pacíficas, cuando los líderes de la Iglesia católica criticaron el gobierno por la medida sobre la enseñanza facultativa de la religión. Los medios de información, las radios, los discursos de los Obispos invitaron a la gente a protestar para pedir a la revocación de la medida pero el Primer Ministro Mari Alkatiri (un musulmán) no ha cedido a las solicitudes y a la protesta, que ve también implicados a sacerdotes, religiosos y religiosas, y poco a poco ha ido aumentando.
Representantes del gobierno y de la Iglesia se han reunidos por intentar dirimir la cuestión, pero no han logrado llegar a un acuerdo y los coloquios se han interrumpido. La Iglesia católica ha propuesto que la enseñanza de la religión siga siendo obligatoria planteando que podría también incluir los fundamentos de Protestantismo e Islam, para salir al encuentro de las minorías religiosas.
Ahora se teme que la protesta degenera en violencias y que pueda provocar un descontento social que circula entre la población de Timor, todavía asediada por problemas de pobreza y paro. Además algunos observadores han señalado el peligro de que grupos de opositores políticos puedan aprovechar la situación para desestabilizar a la joven república asiática, que se separó de Indonesia en 1999, precisamente con el apoyo de milicias filo-indonesianas. (PA) (Agencia Fides 04/05/2005 Líneas: 29 Palabras: 418)


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