VATICANO - El Papa Benedicto XVI en el Regina Cæli desea "que no falte el trabajo, especialmente a los jóvenes, y que las condiciones laborales sean cada vez más respetuosas de la dignidad de la persona humana". Llamamiento por las poblaciones del Togo "afectadas por dolorosas luchas interiores"

lunes, 2 mayo 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - A las horas 12 del domingo 1 de mayo, el Santo Padre Benedicto XVI se asomó por primera vez a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para recitar el Regina Cæli con los fieles y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro. “Me dirijo a vosotros por primera vez desde esta ventana, que la amada figura de mi Predecesor hizo familiar a innumerables personas de todo el mundo" dijo el Papa, agradeciendo a todos los que le han apoyado en estos días con la oración o enviando mensajes y felicitaciones. El Papa dirigió un saludo particular a las Iglesias ortodoxas y a las Iglesias ortodoxas orientales, que celebraban ayer la Resurrección de Cristo: "Deseo de corazón que la celebración de la Pascua sea para ellos una oración unánime de fe y alabanza a Aquel que es nuestro común Señor, y que nos llama a recorrer con decisión el camino hacia la plena comunión."
Luego el Papa ha recordado la fiesta de San José Trabajador, de quien el mismo Sumo Pontífice lleva el nombre, la importancia del trabajo y la presencia de la Iglesia entre los trabajadores: "Es necesario también testimoniar en la actual sociedad el "Evangelio" del trabajo, del que Juan Pablo II habló en el Encíclica Laborem exercens. Deseo que no falte el trabajo especialmente a los jóvenes, y que las condiciones laborales sean cada vez más respetuosas de la dignidad de la persona humana". El Santo Padre saludo después a los trabajadores y todos los quee estaban reunidos en la Plaza de San Pedro, pertenecientes a numerosas asociaciones. En particular citó a "los amigos de los ACLI (Asociaciones Cristianas de los Trabajadores italianos), que celebran este año el sexagésimo aniversario de su fundación."
Después de invitar al rezo del Santo Rosario en este mes de mayo, particularmente dedicado por la devoción popular a la Virgen Maria, Benedicto XVI entonó la oración mariano del Regina Cæli. Ent los saludos conclusivos el Papa recordó a "todos los pueblos que sufren a causa de guerras, enfermedades y pobreza. En particular, hoy estoy cerca de las queridas poblaciones del Togo, revueltas por dolorosas luchas interiores. Para todas este naciones suplico el don de la concordia y la paz." (S.L) (Agencia Fides 2/5/2005; Líneas: 30 Palabras: 424)


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