EUROPA/ESPAÑA - Nota de la Conferencia Episcopal ante el matrimonio de homosexuales: “El Estado no puede reconocer este derecho inexistente a no ser actuando de un modo arbitrario que excede sus capacidades y que dañará sin duda muy seriamente el bien común”.

viernes, 22 abril 2005

Madrid (Agencia Fides) - El denominado ‘Proyecto de Ley de Reforma del Código Civil’, para permitir que las personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio salió adelante ayer en España con 183 votos a favor 136 en contra y seis abstenciones del Congreso de diputados. El texto modifica el Código Civil en 16 artículos, pero los principales cambios se basan en sustituir las palabras ‘marido’ y ‘mujer’ por ‘cónyuges’ y las palabras ‘padre’y ‘madre’ por ‘progenitores’. También amplia el artículo 44 con la siguiente afirmación: “El matrimonio tendrá los mismos requisitos y efectos cuando ambos contrayentes sean del mismo sexo o de diferente sexo”. Con esta afirmación se da vía libre a que las parejas de homosexuales puedan adoptar menores de manera conjunta, un verdadero atentado contra esos niños inocentes y que constituye uno de los puntos más críticos del proyecto. También ha sido aprobada la modificación del Código Civil para la agilización de los procesos de separación y divorcio, según la cual no será necesario la separación previa para proceder al divorcio y además basta con que uno de los cónyuges no desee la continuación del matrimonio para que pueda demandar el divorcio, sin que el otro pueda oponerse a la petición.
La Conferencia Episcopal Española ha publicado con este motivo una nota de prensa titulada “Ante la discusión parlamentaria de una Ley injusta sobre el matrimonio” en la que afirma que constituye una “ley radicalmente injusta y perjudicial para el bien común” y supone “introducir un peligros factor de disolución de la institución matrimonial y con ella, del justo orden social”. “No es justo que dos personas del mismo sexo pretendan casarse.- afirman los Obispos - Que las leyes lo impidan no supone discriminación alguna. En cambio si sería injusto y discriminatorio que el verdadero matrimonio fuera tratado igual que una unión de personas del mismo sexo”.
Recuerdan los Obispos en la nota que las personas homosexuales, “como todos están dotadas de la dignidad inalienable que corresponde a cada ser humano”. Por tanto, no se las puede menospreciar o discriminar y gozan de los mismos derechos que cualquier ser humano. Pero a la vez tienen “el deber de recordar algo tan obvio y natural como que el matrimonio no puede ser contraído más que por personas de diverso sexo” y que “a personas del mismo sexo no les asiste ningún derecho a contraer matrimonio entre ellas”. Por tanto, el Estado “no puede reconocer este derecho inexistente a no ser actuando de un modo arbitrario que excede sus capacidades y que dañará sin duda muy seriamente el bien común”.
Aluden los Obispos razones antropológicas, sociales y jurídicas que avalan estas posiciones. “El matrimonio, en cuanto expresión institucional del amor de los cónyuges que se realizan así mismos como personas y que engendran y educan a sus hijos, es la base insustituible del crecimiento y de las estabilidad de la sociedad”, por ello “”equipara las uniones homosexuales a los verdadero matrimonios es introducir un peligroso factor de disolución de la institución matrimonial y con ella, del justo orden social”. Terminan los Obispos la nota invitando a todos a hacer todo lo que legítimamente se pueda para que las leyes del país sean favorables a único verdadero matrimonio.
Además las Iglesias cristianas y principales confesiones religiosas de España han publicado un comunicado conjunto pidiendo que no se modifique la regulación jurídica del matrimonio, afirmando que el matrimonio monógamo heterosexual forma parte dela tradición judeo-cristiana y de otras confesiones religiosas. (RG)(Agencia Fides 22/472005)


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