VATICANO - Entre los fieles en la Plaza de San Pedro en espera del nuevo Papa

martes, 19 abril 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Es una muchedumbre serena, con los ojos fijos en la chimenea que anunciará al mundo la elección del nuevo Papa, la que se encuentra en la Plaza de San Pedro. Hablando con la gente se ve como algunas personas están allí por curiosidad pero la mayor parte vienen animadas por una fe profunda, viva… popular en el mejor sentido de la palabra.
Se ve a la madre de familia que con la abuela lleva a sus hijos y nietos, "porque", dice "mi madre hizo esto mismo conmigo, y ahora quiero también enseñar a mis hijos a estar cerca del Santo Padre, desde su elección."
Más allá, hay un señor que explica a una joven pareja el sentido de la santidad y de los milagros. “Todos estamos llamados a la santidad” afirma. "Cuando se dice que hay que hacer santo a Juan Pablo II, hay que reconocer que él ya es santo ante a Dios. La Iglesia, cuando proclama un santo o un beato, no hace otra cosa sino proponerlo a los fieles como ejemplo de vida conforme al Evangelio. Los milagros son actos de Dios. No los hacen los santos y ni siquiera la Virgen. Ellos pueden interceder por nosotros ante Dios, que es el único capaz de realizar actos por encima de las leyes de la naturaleza, como por ejemplo curar a una persona que ha llegado a su último momento. La veneración de los santos sólo es correcta si estos representan guías que nos lleven a Cristo que es la verdadera y única puerta de salvación para toda la humanidad."
Romanos, italianos, y muchas personas que vienen de todas las partes del mundo: la Plaza de San Pedro se transforma en un microcosmos significativo de la universalidad de la Iglesia. Surge entonces en nuestros corazones un agradecimiento por el trabajo misionero realizado a lo largo de los siglos y que todavía hoy continua para que la Buena Nueva llegue a todo ser humano. (L.M) (Agencia Fides 19/4/2005)


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