AFRICA/CONGO RD - "Adiós Juan Pablo II, Párroco del mundo: sigue intercediendo por África". Mensaje de Radio Maria desde el corazón de África

martes, 12 abril 2005

Bukavu (Agencia Fides) - "Adiós Juan Pablo II, Párroco del mundo". Con estas palabras saluda a Juan Pablo II el p. Luigi Lo Stocco, Director de Radio Maria Malia wa Amani de Bukavu, al este de la República Democrática del Congo, en un mensaje enviado a la Agencia Fides.
"Los saludos de despedida siempre dejan en el corazón una profunda tristeza. En África estamos acostumbrados a la muerte. La muerte está por todas partes y no se sabe a menudo cómo se muere. La muerte forma parte de la vida, aunque nos deja impotentes y siempre nos hunde en el miedo." escribe el misionero. "El adiós al Papa Juan Pablo II, nos toca de manera muy particular. Juan Pablo II, este gran Párroco del mundo, ha sido uno de nosotros, de nuestras familias, de nuestras tribus, de nuestros pueblos. No ha sido un extranjero, aunque vino de lejos, entró a formar parte de nuestras culturas, de nuestros mismos deseos y de nuestras preocupaciones".
Son sobre todo, los jóvenes recuerda el p. Luigi, quienes saludaron por última vez a Juan Pablo II: " Juan Pablo II, el Papa de los jóvenes, el Papa de las numerosas Jornadas de la Juventud, el Papa que logró reunir alrededor de él a millones de jóvenes de todo el mundo. El Papa que supo tocar el corazón de los jóvenes, que supo hablar el lenguaje de los jóvenes de hoy, pero que mostró, sin componendas, las verdades de la fe y el encuentro con Cristo"
"Yo, junto a los cristianos de Bukavu, y de nuestro bello país, que has visitado dos veces durante tu largo pontificado, sentimos la tristeza y el vacío por tu partida" continua el p. Luigi. "Ante los grandes del mundo arrodillados frente a ti, no puedo sino pensar en nuestro Congo y en los que lo gobiernan. Congo es lo más querido que tenemos. Es la tierra de nuestros antepasados, de todos los congoleños y congoleñas. Puedo decir esto después de 35 años de vida en el Congo" afirma el p. Luigi.
"Querido Juan Pablo II, ve en paz, con aquella serenidad que cubre tu rostro de muerte. Y continua ayudándonos, allá dónde tú estás en la gloria del Paraíso. Continúa tu trabajo, de "ver", de "pensar", de intervenir por esta África que tú has amado fuertemente, para que pueda hallar su ser, su dignidad, su libertad, su sitio en el mundo" concluye el misionero. (L.M) (Agencia Fides 12/4/2005 Líneas: 28 Palabras: 427)


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