ASIA/TADJIKISTAN - Sacerdotes y Hermanas de Madre Teresa de Calcuta en oración incesante - “Juan Pablo II es nuestro Padre, le queremos mucho y nos sentimos muy cercanos a él en estos momentos de sufrimiento” dice a Fides el Superior de la “Missio sui iuris”

sábado, 2 abril 2005

Dushanbè (Agencia Fides) - También en las estepas centro-asiáticas se reza y se sufre por el Papa Juan Pablo II. “No es ningún secreto que el Papa Juan Pablo II es muy amado y respetado en la nación tagika, de mayoría musulmana. De siempre se ha reconocido su gran autoridad moral. De hecho, la semana pasada el Departamento de Asuntos Religiosos se ha interesado y ha expresado gran solidaridad con la Iglesia católica, formulando sus deseos de salud para el Santo Padre”: lo afirma una declaración otorgada a Fides por el P. Carlos Avila, Superior de la “Missio sui iuris” del Tadjikistán.
La comunidad del estado centro-asiático está profundamente edificada por el ejemplo que ofrece el Santo Padre, por el valor y la serenidad con que afronta su enfermedad. “Es realmente un hombre increíblemente bueno, ya que, a pesar de sus sufrimientos, él continúa rezando y ofreciendo sus sufrimientos, no sólo por los católicos, sino también por toda la humanidad que ha sido redimida por la Preciosa Sangre de Cristo”, señala el P. Carlos.
“Apenas llenó la noticia del agravamiento de su salud -continúa- hemos ofrecido la Misa por él, y continuaremos haciéndolo también en los próximos días. Los jóvenes de nuestra parroquia se quedarán en adoración, rezando el Rosario ante el Santísimo Sacramento. Los sacerdotes de la “Missio sui iuris” del Tadjikistán están ofreciendo sus oraciones cada día. Lo mismo están haciendo las religiosas de la Congregación de la Madre Teresa de Calcuta”. (RZ) (Agencia Fides 2/4/2005, líneas: 23 palabras: 286)


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