ASIA/INDONESIA - “Han sido largos minutos de terror. Ahora la gente, exhausta y desalentada, huye hacia lugares más seguros para alejar la pesadilla del terremoto": la dramática narración a Fides de un testigo presencial, un Jesuita que trabaja en el lugar del terremoto

miércoles, 30 marzo 2005

Yakarta (Agencia Fides) - "Sentimos como el terreno se estremecía bajo nuestros pies, mientras que se oían gritos de pánico: ¡el terremoto, el terremoto! Y la gente huía desesperada. La noche del 28 de marzo fue un compendio de terror. No la olvidaré tan fácilmente": es el dramático testimonio a Fides del jesuita P. Edi Mulyono, director del Jesuit Refugees Service (JRS) en Indonesia, que se encontraba en Aceh en el momento del terremoto. "Si nosotros en Aceh hemos pasado horas de pánico, puedo imaginar el dolor y la devastación en la isla Nias, dónde millares de personas han sido víctimas y han quedado sepultadas bajo el derrumbamiento de sus propios techos".
El Jesuita explica: "En Aceh, como en Nias, la electricidad y las comunicaciones quedaron bruscamente interrumpidas. La gente trataba de ponerse en contacto o encontrar familiares, amigos, personas queridas. Mucha continúan haciéndolo todavía hoy, y tantos están dispersados. También la red de los móviles no estaba activa. Con los voluntarios de JRS hemos buscado inmediatamente conseguir fuerzas y ponernos a la obra. A la tragedia del tsunami se añade este otro golpe. La población de Sumatra está realmente exhausta y desalentada."
El P. Edi cuenta que el temor de un nuevo tsunami ha mantenido a todos en tensión durante algunas horas: "También nosotros hemos ido a echar un vistazo al puerto, y con mucha prudencia hemos tratado de ponernos en contacto con nuestra oficina de Medan para coordinar los primeros socorros. Pero sólo conseguimos hacerlo varias horas después del sismo."
El jesuita describe la actual situación en Banda Aceh: Hay un continuo trasiego de personas y vehículos. La gente se siente insegura, piensa en abandonar definitivamente el área para trasladarse a lugares menos peligrosos. Vivir con la pesadilla de un terremoto o un tsunami es imposible."
Muchas organizaciones no gubernativas locales se han activado con prontitud y están llevando ayudas humanitarias a las víctimas, de modo especial a Nias: “También vemos la gran actividad de las fuerzas de policía y del personal civil de la administración indonesia. Hace días el gobierno indonesio había pedido a todas las organizaciones internacionales que abandonasen Aceh, dado el fin de la fase de emergencia y el inicio de la de reconstrucción. Pero ahora creo no se tendrá en cuenta esta solicitud: la población de Sumatra necesita la ayuda de la comunidad internacional para restablecerse de los duros golpes que ha padecido. Debemos permanecer a su lado en la actualidad y en un futuro próximo". (PA) (Agencia Fides 30/3/2005 Líneas: 34 Palabras: 454)


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