EUROPA/PORTUGAL - Los Misioneros de Boa Nova celebran el 75 aniversario de su fundación. “Estamos en un momento importante de la acción de los laicos en la Iglesia, por ello, estamos trabajando mucho para facilitar su envío a misiones Entrevista de Fides al superior General P. Antonio Jose da Rocha Couto

jueves, 17 marzo 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - La Sociedad Misionera de Boa Nova, fundada el 3 de octubre de 1930 celebra este año el 75 aniversario de su fundación. Entre las diversas actividades programadas con motivo del aniversario, un nutrido grupo de misioneros con el Superior General, participaron ayer en una Misa en el Palacio de Propaganda Fide, presidida por el Cardenal Creszencio Sepe, Prefecto del Dicasterio misionero (ver Fides 16/3/2005). En junio está previsto un encuentro en Fátima. Con este motivo la Agencia Fides ha dirigido algunas preguntas al superior General P. Antonio José da Rocha Couto

¿Cuales son las características fundamentales de su Instituto? ¿Qué es lo que les distinguiría de otros institutos misioneros de la Iglesia?
Nosotros somos ante todo misioneros ad gentes. No somos una congregación religiosa. Somos una Sociedad misionera de Vida apostólica de clérigos y laicos (SMBN) , que se consagran comunitariamente a actividades misioneras. Tenemos como fin propio la evangelización y ayudar a la Iglesia en pueblos o grupos humanos donde esta no está suficientemente enraizada. Los sacerdotes miembros de la sociedad somos diocesanos. Esta es una de nuestras características fundamentales: la diocesanidad.
Nacimos bajo el impulso de los Obispos portugueses que advirtieron en un momento dado el deber de relanzar el anuncio del evangelio sobre todo en 1930, en territorio portugués e hicieron presión para que se fundara este instituto. Comenzaron los primeros sacerdotes diocesanos portugueses y después el 3 de octubre de 1930 el Papa Pío Xi aprobó la fundación de la Sociedad Misionera.
Se distingue de otros en primer lugar, como ya he indicado, en que somos sacerdotes diocesanos y mantenemos la unión con nuestra Iglesia de origen. También hay laicos en la sociedad que hacen juramento perpetuo de dedicarse de forma constante a la misión. Pueden ser casados o solteros. Los laicos trabajan en el amplio campo del voluntariado contribuyendo al desarrollo de los pueblos y a la creación de un mundo más justo y mas humano.
Otras de nuestras características serían la vida comunitaria. Aunque no somos religiosos, vivimos en pequeñas comunidades apostólicas para poder realizar nuestra misión. Son comunidades normalmente de tres miembros según indican nuestros estatutos. Y la tercera característica de nuestro instituto sería la plena dedicación a actividades misioneras ad gentes.

¿Cuales son los principales campos de acción y los frentes de misión en los que trabajan?
Estamos evidentemente en Portugal, donde nacimos. Después en Mozambique que fue nuestra primera fundación en 1937, en Brasil, Angola desde 1970, en Zambia desde 1980. Nuestra última fundación ha sido en Asia en Japón en 1998. Respondiendo al llamamiento del Santo Padre Juan Pablo II de una Nueva evangelización y del impulso misionero de la Encíclica Redemptoris Missio que indicaba Asia como meta prioritaria de la misión, hicimos el esfuerzo para estar presentes también nosotros en este continente.
En los primeros tiempos de vida de nuestra Sociedad, hasta mediados de los años 70, realizamos un gran trabajo en el campo de la enseñanza y la salud. Fundamos hospitales, escuelas. Pero después hemos orientado más nuestras fuerzas hacia actividad directa de evangelización y trabajo pastoral. Continuamos conservando alguna escuela sobre todo en Mozambique y Angola, pero hospitales ya no tenemos ninguno.
En Brasil y Zambia trabajamos exclusivamente en labores de primera evangelización. En Japón vamos trabajando con el ritmo propio del Asia. Es ciertamente un trabajo más lento. Nuestros sacerdotes se han integrado con sacerdotes diocesanos japoneses para trabajar en grupo. Han necesitado solo dos años para aprender la lengua y poder trabajar apostólicamente.

Todo aniversario es siempre un momento de reflexión sobre el pasado y de proyectar hacia el futuro. ¿Qué podría destacar de estos 75 años de historia y hacia donde dirigir los futuros esfuerzos?
Destacaría el gran esfuerzo que hemos realizado en estos años en el llamado tercer mundo. Un trabajo de de inculturación, de defensa de los derechos humanos, de promoción humana de la gente pobre, pobre en todos los aspectos. En estos 75 años de historia hemos tenido incluso cinco mártires en Mozambique y Angola que considero como algo muy importante para el instituto.
En Portugal estamos realizando también un gran esfuerzo para que los sacerdotes se comprometan más en el campo misionero. Algunos sacerdotes diocesanos se asocian haciendo un compromiso de 5-10 años para hacer una experiencia misionera. Se integran en nuestros grupos de trabajo participando de nuestras actividades. Después de un tiempo de trabajo vuelven sus puestos y algunos incluso se queda con nosotros.
En cuanto a las perspectivas para el futuro buscamos reforzar nuestro relación con la diócesis portuguesa con los Obispos comprometido en esta de misión ad gentes. También creo que es muy importante reforzar el papel de los laicos. Estamos en un momento importante de la acción de los laicos en la Iglesia. Por ello, estamos trabajando mucho en orden a facilitar que los laicos puedan ir de misiones. Muchas veces nos encontramos con laicos que quieren ir a misiones pero no siempre pueden.
Otro problema que nos hemos encontrado sobre todo en Angola, Mozambique y Brasil, es que han surgido varias personas que convocación misionera; quieren ser misioneros ad gentes e ir por todo el mundo, están dispuestos a entregar sus vidas por la misión. Pero como en sus países no hay sociedades como la nuestra nos han pedido ingresar en la nuestra para poder realizar su vocación. Para responder a esta necesitad hemos debido cambiar nuestros Estatutos ya que nuestro Instituto nació como Sociedad Portuguesa e implicaba que los miembros debían ser portugueses. Hemos cambiado también el nombre, en vez de sociedad Portuguesa para las Misiones somos Sociedad Misionera Boa Nova para darle mayor amplitud. En la actualidad tenemos ya una docena de miembros de estos países. (RG) (Agencia Fides 17/3/2005 Líneas: 81 Palabras: 999)


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