EUROPA/ITALIA - "Pan partido para los hermanos": el 24 de marzo la XIII Jornada de oración y ayuno en memoria de los misioneros mártires en el mundo a causa del Evangelio

martes, 15 marzo 2005

Roma (Agencia Fides) - Como cada año, el próximo 24 marzo se celebrará la Jornada de oración y ayuno en recuerdo de los misioneros muertos a causa del Evangelio. La iniciativa está promovida en Italia desde 1993 por el Movimiento Juvenil Misionero de las Obras Misionales Pontificias, en los últimos años se está difundiendo en otros países y continentes. Se eligió la fecha del 24 de marzo porque era el aniversario del asesinato de Mons. Óscar A. Romero, Arzobispo de San Salvador (1980). El tema elegido para este Año de la Eucaristía es "Pan partido para los hermanos", y el misma Jornada coincide con el jueves Santo.
"La Eucaristía, sacramento de unidad y vínculo de amor, hacen aún más fuerte y evidente la unión con el martirio de Cristo - se lee en la presentación del subsidio realizado por las OMP para la Jornada-. La Iglesia nace del sacrificio de Cristo y ahí permanece firme haciendo cada día memoria de la Pascua de Jesús, en la diversidad de los tiempos y lugares, a lo largo del curso de la historia. Participando en el Cuerpo ofrecido y en la Sangre derramada, la Iglesia se encuentra que es Cuerpo de Cristo y pan partido para los hermanos, signo viviente de su amor hacia toda la humanidad, comunión con el Cristo crucificado y con su sacrificio. La Eucaristía en efecto constituye la comunidad cristiana y la pone al servicio de todos".
En la Jornada de este año se recuerda la muerta violenta de 15 misioneros, que durante el 2004 han dado pleno testimonio de Cristo. "Los misioneros mártires han dado la vida y han muerto a causa de la predicación del Evangelio "ad gentes", acogiendo en su vida la invitación de Jesús: "id pues y enseñad a todas las naciones" (Mt 28,19). Son numerosos lo seguidores de Cristo que han sido crucificados como Él. Todos han encontrado en la cruz de Cristo y en la celebración de la Eucaristía la fuerza para luchar, para llevar la Palabra que salva y que libera de toda forma de violencia y esclavitud, sirviendo en particular a los miembros más pobres y sufrientes de la humanidad".
La invitación a celebrar la Jornada se dirige a las comunidades parroquiales, a las comunidades religiosas, a los seminarios, a los grupos misioneros y juveniles, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad, para que entren en comunión espiritual con los misioneros y misioneras esparcidas por todos los rincones de la tierra por medio de la oración, el ayuno y la solidaridad. Como la Jornada de este año coincide con el jueves Santo, las OMP sugieren "unirse a la entrega que Jesús ha hecho de si mismo y al sacrificio de la vida de los misioneros asesinados, participando en la Santa Misa "in coena Domina" y después de la celebración a una hora de Adoración Eucarística". El viernes santo somos invitados a valorizar el ayuno "para unirnos estrechamente a los misioneros y a los pobres del mundo y para que nuestra oración sea más agradable a Dios". Un ayuno que se convierte en testimonio: quien lo desee podrá en efecto enviar a las OMP la oferta del ayuno que será utilizada para las comunidades cristianas devastadas por el maremoto en Asia.
En los días de Semana Santa, del 21 al 27 de marzo, el subsidio preparado por las OMP propone los esquemas para una Vigilia de oración, un Vía Crucis, la adoración eucarística del Jueves Santo y otras indicaciones para la celebración "en coena Dominas."
Las personas enfermas y dolientes son invitadas a unir y ofrecer sus sufrimientos en memoria de los misioneros mártires, para la difusión del Evangelio, "creando así un flujo de fuerza espiritual que apoye a los misioneros en la obra de evangelización y para pedir la Señor el don de nuevas vocaciones misioneras a la Iglesia". Se sugiere a todos visitar un lugar de sufrimiento (hospital, asilo, enfermos que vivan solos, cárceles…) para compartir con quien sufre la misma vida de Cristo y "para recordarnos que la fuerza para el anuncio viene precisamente del sufrimiento y del sacrificio de muchas personas". Invitar a comer, el domingo de Pascua 27 de abril, a un hermano o una hermana de un país extranjero, podría ser un signo viviente "del estilo de vida nueva que el Evangelio suscita en la comunidad". (S.L) (Agencia Fides 15/3/2005; Líneas: 49 Palabras: 752)


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