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Kinshasa (Agencia Fides) - "La vida consagrada constituye hoy una realidad concreta para el Congo. Según las estadísticas del 2004, los religiosos y religiosas en nuestro país son 11.000 sobre una población de más de 50 millones de habitantes de los que la mitad son católicos. Su presencia constituye pues un don para la Iglesia". Es cuanto ha afirmado el p. Léon Ngoy Kalumba, Jesuita, Secretario de la Comisión Episcopal para los religiosos en la República Democrática del Congo, en una entrevista concedida a la Agencia católica DIA, con ocasión de la publicación de la exhortación de los Obispos congoleños "¡Hermanos y hermanas consagrados, despertaos! ¡Remad mar adentro! (Hch 3 3,2: Lc 5,4).
El P. Kalumba ha subrayado que la sociedad congoleña atraviesa una crisis que también afecta a la vida consagrada. Por ello, subraya el padre jesuita, los Obispos congoleños han escrito la exhortación para afirmar el valor de la vida a la luz de las enseñanzas del Evangelio, dar las gracias a los religiosos y religiosas por lo que representan para la Iglesia congoleña, pero también para animarlos a afrontar los desafíos multiformes del día de hoy. "Nuestros Obispos" - dice el p. Kalumba - "denuncian la práctica de algunas congregaciones de Europa que reclutan aquí de nosotros sin estar presentes desde el punto de vista pastoral. También hay otros aspectos llevados a la atención de todos como son el hábito y símbolos religiosos como en ex religiosas que crean confusión entre la gente."
En la exhortación también se invita a los consagrados congoleños y no congoleños a trabajar por la inculturación de la vida religiosa en la República Democrática del Congo. El jesuita también señala como se están difundiendo por el país algunas formas de contra testimonio, teniendo en algunos casos, una influencia negativa sobre la vida consagrada. Entre los problemas señalados por el religioso se encuentran: creencias ocultas (en particular la brujería), el regionalismo y el tribalismo que se imponen como único criterio de valoración de las personas y de las situaciones. Según el p. Léon Ngoy Kalumba "estas formas de contra testimonio amenazan con oscurecer el don valioso de la vida consagrada. Se invita pues vivamente a los consagrados a centrar de nuevo su vida en Cristo, por quien han dejado todo". (L.M) (Agencia Fides 11/3/2005 Líneas: 29 Palabras: 401)
