AMERICA/NICARAGUA - Los Obispos piden la revisión de un proyecto de ley que trata de imponer a la mujer un estilo de vida contrario a su naturaleza y a su papel: "la Iglesia no está en contra de la promoción de la mujer, pero el reconocimiento pleno de la igualdad debe estar acompañado de una valorización de los dones con que Dios la ha colmado”

miércoles, 9 marzo 2005

Managua (Agencia Fides) - La Conferencia Episcopal de Nicaragua expresa profunda perplejidad y preocupación frente al proyecto de ley sobre la igualdad de los derechos, aprobada por la Comisión de la mujer de la Asamblea Legislativa nicaragüense.
Según los Pastores de la Iglesia nicaragüense, esta ley que trata de imponerle a la mujer un nuevo modelo de vida, termina por meterla en un conflicto con su propia naturaleza, con la familia y con la sociedad, poniendo en peligro el papel de la mujer en la sociedad y en el proyecto de Dios. La ley aprobada quiere conseguir la igualdad de la mujer concediéndole "nuevos derechos especiales" como son el derecho al aborto, el derecho al reconocimiento de la relación homosexual, el derecho a tener cuotas obligatorias en los puestos de poder y el derecho a la mitad de los empleos del país por el único mérito de ser mujer.
La Iglesia - subrayan los Obispos - no está en contra de la promoción de la mujer, ni en contra del reconocimiento de sus derechos, pero es necesario hacer que "el reconocimiento pleno de la igualdad de la mujer vaya acompañado por una valorización adecuada de las dotes peculiares con que Dios ha querido colmarla".
Los Obispos subrayan además con claridad y fuerza el hecho de que la ley haya sido redactada de modo ambiguo y utilizando un vocabulario equívoco: "salud sexual" y "salud reproductiva" son términos internacionalmente reconocidos como eufemismos del aborto y de la promoción de la homosexualidad. Además con el término "género" se desnaturaliza la esencia del hombre y de la mujer, negando las diferencias naturales que existen entre ellos. El género masculino y femenino son reemplazados por seis géneros: homosexual, bisexual, transexual, indiferenciado, heterosexual, "trangenérico."
Además los Obispos creen que las cuotas fijas reservados a las mujeres son discriminatorias y por tanto. inconstitucionales, además de constituir una grave injusticia. Exigen por lo tanto que el boceto de ley sea revisado con atención para verificar que no se dejen puertas abiertas al aborto y al reconocimiento de la homosexualidad en ninguno de sus artículos. Al final de su declaración, los Obispos exhortan a los legisladores para que "en el debate no prevalezcan los intereses egoístas de personas y grupos por encima del bien valioso de la vida humana, y por tanto, de la sociedad y del respeto de los valores culturales de nuestro pueblo cristiano". Con este fin, proponiendo de nuevo lo que tantas veces ha afirmado el Santo Padre sobre el deber de los responsables de la vida pública 'de tomar decisiones valientes en favor de la vida, especialmente en el campo de las disposiciones legislativas' (EV 3) los Obispos recuerdan con firmeza que "la vida de todo ser humano, debe ser respetada y promovida ya desde el inicio de su existencia". (R.Z) (Agencia Fides 9/3/2005; Líneas: 37 Palabras: 530)


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