AFRICA/CONGO RD - Del lejano Ituri dónde todavía no se han apagado los ecos de la batalla llega la oración espontáneo de los fieles por el Papa

jueves, 3 marzo 2005

Bunia (Agencia Fides) - "Ahora la situación está en calma, pero antes de ayer vivimos los ecos de una verdadera batalla campal que se desarrolló a unos pocos kilómetros de aquí, sobrevolando continuamente por la ciudad helicópteros de combate de las fuerzas de la ONU”, dice a la Agencia Fides, una fuente de la Iglesia local de Bunia, capital del Ituri, en el Noreste de la República Democrática del Congo (RDC), dónde unos cincuenta milicianos de la etnia Lendu han muerto en un sangriento enfrentamiento con los Cascos Azules de la fuerza de interposición de las Naciones Unidas en el Congo (MONUC). Los enfrentamientos han tenido lugar en un área cercana a aquella donde el pasado 25 febrero murieron en una emboscada de los rebeldes 9 militares del Bangladesh de la MONUC.
"De momento solo tenemos noticias de unos cincuenta muertos entre las filas de los rebeldes y de dos heridos entre los militares de las Naciones Unidas" dicen las fuentes de Fides. "No sabemos todavía si ha habido víctimas entre los civiles". Pero un representante de la comunidad de los Lendu ha denunciado que en la ofensiva de las tropas ONU también habrían muerto unos 25 civiles, entre ellos mujeres y niños. El portavoz de la MONUC no ha podido afirmar que entre las víctimas no haya habido civiles, indicando que los milicianos han usado "civiles como escudos humanos” durante los combates ocurridos a unos treinta kilómetros de Bunia, capital de la atormentada provincia de Ituri, rica en yacimientos mineros muy atractivos para muchos y teatro desde hace tiempo de nuevas matanzas contra la población civil.
“Aparentemente esta operación aspira sólo golpear al grupo armado responsable de la muerte de los Cascos Azules" comenta la fuente de Fides. "Pero en Ituri hay decenas de grupos armados que aterrorizan a la población civil. Por ello, es necesario afrontar el problema desde su raíz y continuar con decisión en el programa de desarme previsto en los acuerdos de paz."
"Incluso viviendo una situación de violencia los fieles de Bunia y todo Ituri rezan por el Pontífice" dicen las fuentes de Fides. "Durante las Misas, los sacerdotes pueden constatar personalmente cuánto ama la población a Juan Pablo II, que reza espontáneamente por su salud y que se mantiene constantemente informada sobre sus condiciones gracias a las radios" concluye la fuente de Fides. (Agencia Fides 3/2/2005 Líneas: 30 palabras: 417)


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