VATICANO - "El hombre debe ser reconocido y respetado en cualquiera condición de salud, de enfermedad o de disminución”. Se inauguraron ayer los trabajos de la XI Asamblea de la Pontificia Academia por la Vida

martes, 22 febrero 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Comenzaron ayer, 21 de febrero, los trabajos de la XI Asamblea de la Pontificia Academia por la Vida. Tres días de trabajos intensos en que se debatirán los principales argumentos inspirados en la "calidad de la vida y ética de la salud."
También este año el Santo Padre ha dirigido un agradecimiento particular a todos los miembros de la Pontificia Academia "por el diligente trabajo, más que nunca precioso en estos tiempos, caracterizados por el surgimiento en la sociedad de no pocos problemas, relacionados con la defensa de la vida y la dignidad de la persona humana."
Haciendo luego referencia al tema de la asamblea, el Papa ha indicado que los términos "calidad de vida y promoción de la salud identifican uno de los principales objetivos de las sociedades contemporáneas, levantando interrogantes ambiguos y, a veces, de trágicas contradicciones, y que requieren por tanto, un atento discernimiento y una profunda clarificación." Ha querido una vez más evidenciar como "el hombre debe ser reconocido y respetado en cualquier condición de salud, enfermedad o disminución” y que " la dignidad de los seres humanos es igual sea cual sea la sociedad a la que pertenezcan."
Por último, el Santo Padre concluye afirmando que: "curar la enfermedad y hacer todo lo posible por prevenirla son tareas permanentes del individuo y de la sociedad precisamente como homenaje a la dignidad de la persona y a la importancia del bien de la salud. Todas las fuerzas de la ciencia y de la sabiduría deben ser movilizadas al servicio del bien verdadero de la persona y de la sociedad en todo el mundo, a la luz del criterio de fondo que es la dignidad de la persona, en el que está impresa la imagen misma de Dios."
Después del saludo de introducción a la asamblea de Mons. Elio Sgreccia, Presidente del PAV, ha tenido lugar la ponencia del Cardenal Lozano Barragán, Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral Sanitaria, que ha ilustrado un cuadro de las diferentes perspectivas de la calidad de la vida. Ha pasado de la descripción de la perspectiva psicológica a la pragmática utilitarista, según la cual, una vida tiene valor si posee un cierto grado de "calidad". Después ha pasado a la prospectiva socio-biológica en que el se considera indispensable el equilibrio de las formas de vida en el mundo para la calidad de vida. El cardenal ha descrito por último, la calidad de vida "como armonía universal como valores, como donación, como amor divino - humano creativo, calidad de vida como Santísima Trinidad, bienestar y como conciencia."
Siguiendo la jornada han tenido lugar las intervenciones del Padre Faggioni, Profesor Extraordinario de bioética en la academia Alfonsiana de Roma, que se ha detenido sobre la calidad de vida y la salud a la luz de la antropología cristiana. Luego ha sido la vez del Dr. Lé Mené, Presidente de la "Fundación Jérome Lejeune" de París, que ha hablado de la ética de la salud y la gestión de la salud mundial, penalizada en los países del sur del mundo. La intervención de Mons. Shooyans, Profesor emérito de Filosofía en la universidad de Lovanio, en Bélgica, haciendo referencia al documento publicado en el 2004 por la OMS "Reproductive Health", hacía referencia precisamente a la salud reproductiva y a las políticas demográficas.
Por la tarde el doctor Gómez-Lobo realizó un análisis sobre las luces y sombras del concepto de calidad de la vida, mientras el prof. Zamagni habló del principio de justicia y el derecho al tratamiento. La última intervención del día fue del doctor Hengstschlager, docente de Genética Médica en la Medical University de Viena, que informó sobre el fármaco como medicina, como producido comercial y como "bien" de consumo. (AP) (22/2/2005 Agencia Fides; Líneas: 46 Palabras: 658)


Compartir: