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Lomé (Agencia Fides) - “Frente a la situación política que se ha creado después de los trágicos y dolorosos acontecimientos ocurridos en nuestro país, Togo, las comunidades religiosas no pueden sino expresar su inquietud". Con estas palabras intervienen las autoridades religiosas del Togo con en una declaración común ante la delicada crisis que está atravesando el país después de la muerte del Presidente Gnassingbé Eyadema y de la ascensión al poder de su hijo Faure Gnassingbé Eyadema, convertido en presidente con el apoyo del ejército y después de que el Parlamento cambiase rápidamente la carta constitucional, dimitiendo a su propio Presidente, Famabré Natchaba, que, según las reglas en vigor hasta ese momento, debía asumir el cargo de Jefe de Estado ad ínterin (ver Fides 8 y 9 de febrero del 2005).
"Los actos que no son conforme a la Constitución y a las normas que regulan la vida de las naciones, han abierto una fase de incertidumbre que preocupa mucho a toda la nación togolesa" se lee en el documento, firmado por parte de la Iglesia católica por Mons. Philippe Fanoko Kossi Kpodzro, Arzobispo de Lomé y Presidente de la Conferencia Episcopal togolesa y por representantes de las Iglesias metodista y presbiteriana
"Los acontecimientos de estos últimos días son difícilmente aceptables. Es urgente tener una mirada lucida sobre el futuro y asegurar que las desviaciones presentes y futuras no pongan en peligro la paz y la seguridad de la tierra de nuestros antepasados" escriben los líderes religiosos.
"Lanzamos un apremiante llamamiento a las autoridades y a las diversas formaciones políticas, a la sociedad civil y al pueblo togolés en su indivisible unidad para que triunfe el diálogo, el sentido vivo del bien común en el respeto de la libertad, de la dignidad y de los derechos del pueblo, para que nuestro querido Togo encuentre el camino del bienestar, de la prosperidad y de la paz en la justicia" invocan los responsables de las comunidades religiosos togolesas, pidiendo que "la clemencia, la sabiduría y el coraje de saber volver a la verdad y a la justicia dirijan las acciones tanto de unos como de otros".
Los autores del mensaje concluyen con un llamamiento a la esperanza: "El futuro no parece sereno. Pero Dios, que por medio de Su Hijo Jesucristo nos ha manifestado toda su Providencia sobre la vida de los pueblos, también es el Maestro de las situaciones difíciles si no imposibles. Por ello, pedimos a todos los cristianos y a los creyentes que eleven súplicas incesantes a Dios y que cada uno se comprometa en el camino de la justicia, la paz y la solidaridad". (L.M) (Agencia Fides 14/2/2005 Líneas: 33 Palabras: 436)
