ASIA - Solidaridad de la Santa Sede hacia las víctimas del tsunami: viaje de Mons. Cordes que lleva un mensaje del Santo Padre a las poblaciones afectadas

miércoles, 2 febrero 2005

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Testimoniar en persona la cercanía y la solidaridad del Papa y de la Iglesia hacia quienes sufren las consecuencias del maremoto y, al mismo tiempo, contribuir a la coordinación de las múltiples iniciativas de las Agencias católicas que trabajan en el territorio: este el objetivo del viaje de Su Exc. Mons. Paul Josef Cordes, Presidente del Pontificio Consejo "Cor Unum", en las zonas golpeadas por el Tsunami. El viaje de Mons. Cordes comenzó el 29 de enero y finalizará el 4 de febrero.
Del 29 de enero al 1 de febrero Mons. Cordes estuvo en Indonesia, dónde visitó las poblaciones afectadas en Aceh, y celebró una Misa en sufragio por las víctimas. Luego, se reunió con el Presidente de la República, Susilo Bambang Yudhoyono, participando en la reunión de coordinación de las Organizaciones católicas y en un mitin con los líderes religiosos, para apoyar el común empeño en la reconstrucción.
Hoy, 2 de febrero, Mons. Cordes se ha trasladado a Sri Lanka, dónde presidirá una Concelebración Eucarística con los Obispos de la región por las víctimas del desastre. También se reunirá con las Congregaciones Religiosas, las autoridades del país y las poblaciones del Sur de la isla y participará, por último, en un encuentro con Caritas y las Ong católicas presentes en el lugar.
El viaje de Mons. Cordes también quiere favorecer la organización y la distribución de las ayudas en territorios tan vastos. La presencia capilar de las comunidades católicas está siendo de gran ayuda, como ya ha ocurrido normalmente en otras emergencias humanitarias.
El Presidente de "Cor Unum" lleva a las poblaciones del Sureste asiático un mensaje especial de Juan Pablo II en el que asegura su "preocupación y cercanía en el oración hacia las poblaciones golpeadas por la tragedia". "En particular - afirma el texto del Santo Padre - me uno a los fieles católicos y a todos los creyentes confiando las víctimas de esta terrible calamidad a la infinita misericordia de Dios Omnipotente, e implorando el divino consuelo para los heridos, para cuantos sufren y están sin techo. Ruego que la solidaridad demostrada por nuestros hermanos y hermanas en todo el mundo constituya un motivo de estímulo, perseverancia y esperanza para todos, en el gran trabajo de reconstrucción que queda por hacer". (PA) (Agencia Fides 2/2/2005 Líneas: 29 Palabras: 409)


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