AFRICA/BURUNDI - "En la base de la carestía en Burundi hay condiciones ambientales pero también estructurales y de mercado" dice una fuente de la Agencia Fides

jueves, 20 enero 2005

Bujumbura (Agencia Fides) - Nueva alarma de hambre en Burundi, después de la lanzada por las autoridades locales la semana pasada (ver Fides 12 de enero del 2005). Es el Programa Alimenticio Mundial (PAM) quien afirma que más de medio millón de personas sufren de hambre en el Norte y Noreste de Burundi. Fuentes de la Iglesia local contactadas por la agencia Fides afirman que "la situación es muy seria y requiere la solidaridad interior e internacional."
Según el PAM en la base de la tragedia, que afecta sobre todo a las provincias de Kirundo y Muyinga, en el Noreste del país, está la sequía que está devastando desde 1998 la región, al que este año se ha sumado un virus que ha afectado a la mandioca, alimentación base de los africanos, lo que ha comportado drásticas reducciones de las cosechas. "Efectivamente en esa zona tienen desde hace años problemas de sequía, pero tan sólo este año la situación ha sido verdaderamente dramática" refieren las fuentes de Fides. "Sin embargo, el problema era conocido y no se ha querido o no se ha sabido intervenir a tiempo. Por desgracia, existe cierto fatalismo que lleva a posponer los problemas hasta que "estallan."
"A la base de la carestía, además de las condiciones ambientales, existen problemas estructurales, en particular la falta de obras hídricas y simientes mejores. Burundi es un país que tiene tierra fértil y agua. Se trata, por lo tanto, de distribuir mejor los recursos" afirman las fuentes de Fides. También "es posible que las condiciones políticas del país, que está buscando con fatiga de salir de la guerra civil, puedan haber tenido un peso en lo que está sucediendo en el Noreste. La guerrilla en efecto hace difíciles las comunicaciones y también el abastecimiento alimenticio. Hay por último que considerar que en el cercano Rwanda los precios de los géneros alimenticios han sufrido un alza. Los comerciantes burundeses prefieren por ello, vender sus productos en Rwanda, antes que en Burundi dónde, por este motivo, periódicamente escasean algunos bienes de gran consumo" concluye la fuente.
Los datos del PAM reconducen que son cerca de 520.000 a las personas que necesitan ayuda, con una operación que ya se ha puesto en marcha a gran escala. Y que, aún en medio de numerosas dificultades, parece tener márgenes de operatividad hasta junio. Pero en ese punto los fondos y comida se habrán agotado, por lo que el PAM ha lanzado un llamamiento para que se recojan en tiempos breves otros 25 millones de dólares que servirán para garantizar la supervivencia de este medio millón de personas hasta final del año.
También organizaciones católicas como Caritas y Catholic Relief Service trabajan en programa de asistencia de la población burundés. (L.M) (Agencia Fides 20/1/2004 Líneas: 34 Palabras: 481)


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