AMERICA/VENEZUELA - "En la situación coyuntural que está viviendo Venezuela, es urgente y vital la presencia y el compromiso de los cristianos" afirma al Presidente de la Conferencia Episcopal. Todos los creyentes tienen que esforzarse por ser "buena noticia" por los otros

jueves, 13 enero 2005

Caracas (Agencia Fides) - Del 7 al 13 de enero, se desarrolla en de la Casa de Retiros "Mons. Ibarra de Montalbán" de Caracas, la 83 Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana. La reunión tiene dos objetivos fundamentales: planificar las actividades a desarrollar durante el año 2005, dedicado a la Eucaristía y a las Vocaciones, y reflexionar, a la luz de la fe y el Magisterio, sobre la situación que vive Venezuela.
El Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Su EXc. Mons. Baltazar Enrique Porras, Arzobispo Metropolita de Mérida, en su discurso ha recordado "el desarrollo incierto y controvertido del Referéndum y las elecciones regionales en las que se han registrado un elevado grado de abstención" así como los episodios patentes de violencia impune, que ponen en discusión la convivencia basada en auténticos valores humanos y cristianos. El Presidente de la CEV ha subrayado además la presencia de signos preocupantes que denuncian una falta de conciencia cívica y que pueden abrir el camino a peligros aún más graves para el País.
Los Obispos están muy preocupados por una serie de realidades en contraste con las virtudes de la verdad, de la libertad y de la justicia: la consolidación del movimiento revolucionario; la introducción de una realidad legal que, en contraste con la constitución, lesiona el desarrollo de los derechos sociales, económicos y políticos; la politización de los órganos judiciales que favorece reinterpretaciones del sentido mismo del derecho y la revisión de decisiones anteriores; la corrupción, la impunidad, la discriminación; las perspectivas de centralización del sistema sanitario y educativo que parece buscar el monopolio estatal. "El control total de un poder sobre las instituciones, no es compatible con el justo ejercicio de la democracia ni favorece un sano equilibrio social" ha dicho Mons. Baltazar Enrique Porras.
Frente a esta situación tan conflictiva y difícil, pero también rica en potencialidad, Mons. Porras solicita a sus hermanos en el episcopado que asuman con valor y entusiasmo el espíritu experimentado durante el Concilio Plenario, que está llegando a su conclusión, para transmitirlo a todos los miembros de la Iglesia y a la comunidad venezolana. Además exhorta a todos los creyentes a esforzarse en ser "buena noticia", sin protagonismos y sin miedos. Por tanto, empuja a un anuncio incondicional de la verdad, buscada afanosamente; a la libertad, fundada en el pluralismo y en el respeto del otro; a la solidaridad, concebida como el bien que se reparte igualmente sin mirar a quién; a la paz que sea promoción del bien común en todas sus dimensiones; a denunciar todo lo que va en contra del hombre, y por último, a un compromiso irrenunciable en la defensa y promoción de la dignidad de la persona y la integridad de sus derechos. "Es urgente y vital una presencia y un compromiso cristiano real, permanente, auténticamente humano" ha subrayado el Presidente de la CEV. (RZ) (Agencia Fides 13/1/2005; Líneas: 38 Palabras: 519)


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