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Bangkok (Agencia Fides) - Un gran esfuerzo colectivo de la Conferencia Episcopal, de Caritas, de la diócesis de Surath Thani (el área más golpeada) de los institutos religiosos tailandeses ha dado vida a un Centro de asistencia, coordinación y clasificación de las ayudas en la localidad de Phangnga, en los alrededores de Phuket, en la diócesis de Surat Thani, en la costa tailandesa, una de las áreas más golpeadas por el tsunami. Lo ha dicho a la Agencia Fides el Nuncio Apostólico en Bangkok, Mons. Salvatore Pennacchio, cha ha visitado en los días pasados la provincia, llevando la solidaridad y las ayudas concretas de la Santa Sede a las poblaciones afectadas por el desastre.
El Nuncio que dirige un grupo de países como Tailandia, Malasia, Singapur, Brunei, Myanmar, además de Laos y Camboya, dice a Fides que no han llegado a la nunciatura de las iglesias locales señales de alarma sobre el posible tráfico de niños, para el mercado del sexo o esclavitud.
Las Iglesias locales afectadas por la tragedia están realizando una gran obra de asistencia material y psicológica a los refugiados, en cooperación con las autoridades civiles y otras organizaciones no gubernativas, atendiendo a los evacuados, familias, huérfanos. El trabajo de recogida de cadáveres, viene ahora sustituido con la ayuda ofreciendo comida y medicinas a los refugiados, la reunión de los núcleos familiares, asistencia a los niños abandonados, que algunos institutos religiosos se están organizando para acoger y atender. No nos han llegado hasta la fecha de estos voluntarios, según los datos que poseen de las iglesias locales, casos de desapariciones repentinas de niños o secuestros.
Los voluntarios católicos se están concentrándose no sólo en las ayudas de primeras necesidades, sino también a nivel de consulta psicológica, en una cadena de solidaridad que ha sido inmediata a nivel nacional e internacional.
El Card. Michai Kitbunchu, Arzobispo de Bangkok y Presidente de la Conferencia Episcopal de Tailandia, expresando en un mensaje su solidaridad y cercanía con las víctimas, ha animado a todos los organismos católicos y a los fieles a rezar y a comprometerse en una gran campaña de generosidad, con ofertas en dinero y bienes de primera necesidad, poniendo a disposición una oficina de secretaría en la Conferencia Episcopal. La respuesta ha sido rápida y de gran alcance, tanto que la Iglesia ha podido preparar rápidamente el centro de Phangnga que ya se ha convertido en un punto de referencia para la población local. (PA) (Agencia Fides 5/1/2005 Líneas: 33 Palabras: 434)
