ASIA/SRI LANKA - El ataque a una iglesia es un episodio aislado: la comunidad católica tiene esperanza en una Navidad serena, sin tensiones sociales ni religiosas

martes, 21 diciembre 2004

Colombo (Agencia Fides) - La reciente devastación de la iglesia católica de San Miguel, en la archidiócesis de Colombo, es un episodio aislado, que despierta preocupación en la Iglesia local, pero que no parece presagiar el estallido de nuevas tensiones interreligiosas como las de hace un año aproximadamente. La comunidad cristiana vive en un clima bastante sereno y no alimenta miedos particulares de cara a la celebración de la Navidad. Es el análisis que ofrecen fuentes de Fides de la Iglesia de Sri Lanka después de que, hace dos días, un grupos de vándalos atacaran y destruyeran la pequeña iglesia de San Miguel, en la aldea de Homagama, a cerca de 20 km de la capital Colombo.
Las fuerzas del orden están investigando sobre el episodio, y Milroy Fernando, responsable de los asuntos cristianos dela Oficina gubernativa para los asuntos religiosos, se ha acercado hasta el lugar asegurando el compromiso de la comunidad civil. Entre las hipótesis barajadas se encuentra la de la responsabilidad atribuida a facciones aisladas de extremistas budistas.
"Estamos muy tristes por este ataque premeditado contra la Iglesia Católica, pero continuaremos en nuestra misión. Pedimos mayor protección a las autoridades civiles y ayudas para la reconstrucción", ha comentado a la Agencia Fides el p. Ignatius Varnakulasingham párroco de la parroquia de Pannipitiya, en cuyo territorio se encuentra la iglesia de san Miguel, dónde unas 130 familias católicas participan en la Misa dominical, en encuentros de oración y catequesis.
La iglesia fue atacada por la noche alrededor de la una del 19 de diciembre, devastada y luego quemada. El tabernáculo fue profanado, el crucifijo tiene los miembros rotos. Los vándalos entraron en el edificio forzando la entrada y lo quemaron con bombonas de gas.
La iglesia ya había sufrido otros ataques el 30 de noviembre de 2003 y el 15 de enero del 2004, en el período en el que se desencadenó en Sri Lanka una violencia anti-cristiana por parte de grupos extremistas budistas, partidarios de un fuerte nacionalismo religioso. El episodio actual hace pensar en la acción de los mismos grupos, pero la situación social parece tranquila después de que las facciones budistas, movilizadas a principios del 2004, obtuvieran, en la convocatoria electoral de abril pasado, la elección en el Parlamento de nueve monjes como representantes suyos.
Según fuentes de Fides en la diócesis de Colombo, las relaciones entre cristianos y budistas en el área en que surge la iglesia de san Miguel siempre han sido particularmente difíciles, por la presencia de grupos budistas tradicionalista que hace ya muchos años mostraron su hostilidad a los primeros asentamientos cristianos. (PA) (Agencia Fides 21/12/2004 Líneas: 33 Palabras: 457)


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