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Pekín (Agencia Fides) - "La inmaculada Concepción exalta nuestra devoción a la Madre celeste": ha dicho a Fides un sacerdote chino muy devoto de la Virgen. El sacerdote tiene una costumbre: allí donde presta servicio pastoral, construye una gruta dedicada a la Virgen.
Así, en las parroquias de S. Salvador, S. Miguel, en el cementerio católico en la periferia de Pekín, dónde ha desarrollado servicio pastoral, las estatuas de la Virgen están siempre en lugares que atraen la atención de la gente.
Después de 18 años de sacerdocio, su devoción a la Virgen ha crecido cada día y ha influenciado fuertemente a los feligreses. Hablando de su experiencia mariana, admite: "Mi devoción a la Virgen surge de una experiencia profunda, experimentada en primera persona. Yo pienso que si una persona, cuando viene a la parroquia, lo primero que se encuentra es la Virgen, se siente enseguida como en casa, en una casa acogedora dónde hay una mamá que te espera con los brazos abiertos. Siempre les he dicho a los fieles que la Iglesia es como una familia y, si no hubiera una mamá, no sería una familia. la Virgen Inmaculada es como el ángel del hogar, nos mantiene unidos, nos conforta, nos consuela." (Agencia Fides 09/12/2004 Líneas: 17 palabras: 222)
