AFRICA/SUDAN DEL SUR - El cólera y las lluvias agravan la situación humanitaria, miles de refugiados en los pantanos para huir de la guerra: testimonio de un misionero

jueves, 25 junio 2015

Juba (Agencia Fides) - “Las autoridades han anunciado que 18 personas han muerto de cólera y unas 170 más han sido ingresadas por la epidemia, además se han vuelto a abrir tres centros de diagnóstico para verificar los casos sospechosos”, dice el padre Daniele Moschetti, misionero comboniano que trabaja en Sudán del Sur, donde en Juba, la capital, se está sufriendo una epidemia de cólera.
“La temporada de lluvias ha comenzado y esto favorece la propagación de enfermedades como el cólera. El año pasado, el cólera ya se cobró la vida de 170 personas del millar que contrajeron la enfermedad”, dice el p. Daniele. El cólera agrava la situación humanitaria que ya es muy dura debido a la guerra civil entre las fuerzas leales al presidente Salva Kiir y los leales al ex vicepresidente Riek Machar.
“Se lucha en tres estados del norte, Upper Nile, Unity y Jonglei, pero las consecuencias se sufren en todos los demás Estados de Sudán del Sur”, dice el misionero. “En este momento estoy en Wau, a unos 400 km de Juba. Los efectos de la guerra son indirectos: escasez de alimentos y de trabajo, la economía en ruinas. Los jóvenes como única perspectiva por el momento, tienen sólo la guerra”.
El p. Daniel señala que una de las situaciones más criticas se da en “Upper Nile, donde nos vimos obligados a evacuar nuestra misión de Leer. La zona estaba bajo el control de la oposición, pero ahora el ejército ha logrado recuperar la ciudad y algunos pueblos cercanos. La lucha continua para reconquistar otros pueblos de la región”.
“Nos han llegado noticias de atrocidades absurdas contra mujeres y niños. Miles de personas se han visto obligadas a huir a las zonas pantanosas.
Médicos sin Fronteras también ha tenido que dejar su hospital, que atendía a miles de personas. La población que se ha quedado está privada de alimentos y de atención médica. Con la llegada de la temporada de lluvias, la situación de aquellos que se han refugiado en los pantanos, que son inmensos (es la segunda zona pantanosa más grande al mundo después del Amazonas), está destinada a agravarse aún más. Es necesario que el mundo sepa lo que está pasando aquí”, dice el misionero. (L.M.) (Agencia Fides 25/6/2015)


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