VATICANO - Mensaje del Papa en el Congreso Internacional sobre la Vida Consagrada: los consagrados y consagradas están llamados a ofrecer a la humanidad desorientada, desgastada y falta de memoria, testimonios creíbles de la esperanza cristiana"

martes, 30 noviembre 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Al término del Congreso Internacional sobre la Vida Consagrada, que se ha desarrollado en Roma del 22 al 27 de noviembre, el Santo Padre, Juan Pablo II, ha enviado un Mensaje a los participantes, que ha leído Su Exc. Mons. Franc Rodé, Prefecto de la Congregación para los Institutos religiosos y Sociedades de Vida apostólica.
"Los hombres de nuestro tiempo están a veces tan empobrecidos interiormente que ni siquiera son capaces de darse cuenta de su propia pobreza - escribe el Papa en el Mensaje -. Nuestra época nos pone frente a formas de injusticia y explotación, a prevaricaciones egoístas de individuos y grupos,.... En esta situación los consagrados y consagradas estáis llamados a ofrecer a la humanidad desorientada, desgastada y falta de memoria, testimonios creíbles de la esperanza cristiana, haciendo visible el amor de Dios, que no abandona a nadie."
"Ante una sociedad, en la que el amor no encuentra a menudo espacio para expresarse en gratuidad, los consagrados y consagradas estáis llamados a testimoniar la lógica del don desinteresado.... La vida consagrada debe custodiar un patrimonio de vida y belleza capaz de apagar toda sed, curar toda plaga, ser bálsamo para toda herida, colmando todo deseo de alegría y de amor, de libertad y de paz."
El Papa invita después a todos los consagrados y consagradas, "a seguir más de cerca a Cristo, a tener en el corazón sus mismos sentimientos, a aprender de Él, manso y humilde de corazón, a realizar junto con Él la voluntad del Padre, a seguirlo por el camino de la cruz.... El testimonio de vuestra vida casta, pobre y obediente se convertirá así, al alba del tercer milenio cristiano, en transparencia del rostro amoroso de Cristo."
"Que vuestro voto de castidad recuerde la fecundidad de una relación esponsal entre la criatura y su Creador, que sea signo de que existe un espacio en el corazón del hombre que sólo puede ser llenado por Dios - continúa el Mensaje -. Testimoniad con vuestra separación, la proyección de todo vuestro ser hacia el cielos "dónde no hay ni polilla ni herrumbre que corrompan, ni ladrones que socaven y roben” (Mt 6,20). Sed siempre obedientes en Cristo. Que vuestras comunidades sean responsables en que los cargos de algunos no sean motivo de desempeño para otros; comunidades en las que todos ejercen el discernimiento, la caridad que edifica, la corrección fraterna."
El Santo Padre exhorta los religiosos a estar preparados para "dar una respuesta a los desafíos que le plantean a todos los hombres de buena voluntad, a los creyentes, hombres y mujeres, a la Iglesia y a la sociedad" y a seguir gastándose por el mundo, "conscientes siempre de que la única medida del amor es amar sin medida"... "Contagiad con este amor de predilección hacia los más pequeños a todos los que encontréis en vuestro camino, en particular a los laicos que os piden compartir vuestro carisma y vuestra misión. Estad siempre preparados para escuchar las nuevas llamadas del Espíritu, tratando de localizar, junto con los Pastores de las Iglesias particulares dónde sois llamados a vivir, las urgencias espirituales y misioneras del momento presente." (S.L) (Agencia Fides 30/11/2004; Líneas: 40 Palabras: 563)


Compartir: