AFRICA/KENIA - “Se puede cerrar Dadaab con la condición de asistir a los somalíes en su país y de ayudar al norte de Kenya” dice el obispo de Garissa

jueves, 16 abril 2015

Nairobi (Agencia Fides) - “Ahora que hay un gobierno en Somalia, es bueno que el campo se cierre y la población tenga la posibilidad de volver a casa” ha afirmado Su Exc. Mons. Paul Darmanin, Obispo de Garissa, comentando el anuncio, por parte del gobierno de Kenya, del cierre de los campos de refugiados somalíes de Dadaab.
La diócesis de Darissa, en cuyo territorio está Dadaab, todavía está perturbada por la masacre del 2 de abril, cometida por los Shabaab somalíes que han asesinado a 148 personas en el campus universitario local, escogiendo a las víctimas en base a su religión.
Entre las medidas adoptadas por el gobierno de Nairobi después de la masacre, está el cierre en el plazo de tres meses de los cinco campamentos en Dadaab, fundados en 1991 para dar cabida a 90.000 personas y que ahora se han convertido en el campos de refugiados más grande del mundo, donde hay alrededor de 400.000 somalíes que huyeron de la guerra civil que afecta a su país.
Según el gobierno de Nairobi la estructura contribuye a la inseguridad de Kenia porque dentro hay partidarios ocultos de los Shabaab. “La naturaleza de nuestra sociedad es proteger a la familia y a los amigos. La población de los campos no puede denunciar a los criminales peligrosos que viven entre ellos, ya que son parte de la familia. Aunque el cierre de los campamentos no podrá detener los ataques terroristas, habrá una reducción de los canales de reclutamiento y planificación de los ataques”, dice el Obispo a la agencia Keniata Waumini.
Para Mons. Darmanin, la situación de seguridad en Somalia, aunque “no es muy buena”, permitiría el regreso de los refugiados porque los recientes ataques en suelo somalí de los Shabaab han sido dirigidos contra “los funcionarios del gobierno y de las instituciones y no contra la población civil”, por lo que dice el Obispo de Garissa, “es mejor que los refugiados regresen a sus hogares y reciban asistencia allí”.
Mons. Darmanin concluye lanzando un llamamiento al gobierno de Kenia para que lleve el desarrollo a la región de Garissa, habitada por somalíes en condiciones tan pobres que muchos de ellos se han hecho pasar por refugiados para poder obtener ayuda de las organizaciones que ayudan a los campamentos de Dadaab. “Muchos kenianos somalíes se registraron en el campo de refugiados y van con regularidad para obtener las raciones de alimentos y otras cosas”, concluye el obispo (L.M.) (Agencia Fides 16/4/2015)


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