AMERICA/ARGENTINA - “¿Se puede cantar el Aleluya en el mundo en que nos toca vivir?”

Santiago (Agencia Fides) – “¿Se puede cantar el Aleluya en el mundo en que nos toca vivir? Podemos alegrarnos en la Argentina de hoy y en nuestra realidad de Santiago? Muchas veces experimentamos la misma desolación que tenían los discípulos junto al sepulcro. ¡Cuánto dolor sentimos aquellos que amamos nuestra Argentina y muchas veces la vemos dividida, herida y sin futuro, con tantos signos de corrupción y de muerte!”. Son las palabras del obispo de Santiago del Estero, Su Exc. Mons. Vicente Bokalic, en su mensaje por la Pascua, recibido en la Agencia Fides, firmado también por su Auxiliar, Su Exc. Mons. Ariel Torrado Mosconi, con el título: “Iglesia de Santiago, profetiza sobre estos huesos secos” (cfr Ez 37).
El profeta Ezequiel, en su visión de un valle lleno de huesos secos, se abandona totalmente, con confianza, en el Señor, y “cuando el profeta proclamó la Palabra en ese valle de muerte todo cambió y se transformó. Ese hueserio reseco comenzó a llenarse de vida”. “Nosotros como el profeta – continua el mensaje - no debemos lamentarnos como si todo estuviera perdido, sino que debemos anunciar la Palabra en una nueva primavera misionera”.
El mensaje recuerda la riqueza de la piedad popular y de las tradiciones religiosas locales: “Aquí, en el norte argentino, donde nacimos como país y por donde penetró la primera evangelización hemos atesorado los valores y la rica cultura que debemos transmitir a nuestra Patria. Es urgente que sintamos un nuevo entusiasmo misionero que nos renueve como Iglesia en salida, casa de todos y hospital de campaña. La misión que nos encomienda Cristo resucitado hace nuevas todas las cosas”.
Luego el obispo subraya: “La Pascua nos recuerda que somos iguales en dignidad y nos lleva a descubrir las semejanzas que nos unen y que son mucho más fuertes que las diferencias que nos separan... La Pascua nos lleva al compromiso concreto de trabajar como ciudadanos especialmente en la búsqueda de la unidad y el bien común, en luchar por la justicia especialmente para con los más postergados de nuestra sociedad. Que en la Iglesia que peregrina en Santiago podamos comprometernos cada vez más con los que sufren amenazas a su vida y a su fe”. (SL) (Agencia Fides 8/4/2015)