Organo de informacion de las Obras Misionales Pontificias desde 1927
Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - "Mi corazón está lleno de gratitud hacia Dios que me ha concedido esta oportunidad única de celebrar esta Eucaristía, aquí, en vuestra noble tierra, y de cantar con vosotros las alabanzas al Señor Jesús que nos llama y nos invita a ofrecer nuestra acción de gracias a Dios Padre". En la iglesia principal de Vientiane, en Laos, el Cardenal Crescenzio Sepe, Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, celebró la Santa Misa el jueves 25 de noviembre, en el curso de su visita pastoral por el sudeste asiático. Participaron en la misma los Obispos del País, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos.
"El Santo Padre me ha encargado transmitiros su más afectuoso saludo paternal y su bendición para todos vosotros, vuestras familias y vuestras comunidades - continuó el Cardenal - He venido, en nombre del Papa, para reforzaros en la fe que ya poseéis, gracias a la evangelización que ha dado sus frutos en vuestro País. Jesús os exhorta a tener ánimo, a no tener miedo, porque Él ha vencido el mundo."
Expresando luego los motivos de su visita pastoral, el Prefecto del Dicasterio Misionero dijo: He venido a estimular vuestra caridad, o sea el amor, que es el vínculo de la perfección'... He venido para reforzar vuestra esperanza para que ninguna prueba os aparte del camino que estáis recorriendo, ni del objetivo de vuestra vida cristiana: la salvación de vuestra alma, la edificación de la Iglesia. He venido, sobre todo, para agradeceros vuestra fidelidad a la Iglesia y a su Sede Apostólica; y para animaros a testimoniar, aún más, a Jesús y su Evangelio en vuestra vida cotidiana. He venido para aseguraros que el Santo Padre, el Santa Sede, la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, están cerca de vosotros con la oración, sostienen vuestros esfuerzos y sufren junto a vosotros por vuestras dificultades pastorales. He venido para animaros a evangelizar, a hacer que todos vuestros hermanos laosianos conozcan la Buena Nueva”.
El Card. Sepe ha recordado después que, aunque minoritaria, la Iglesia en Laos "es fruto de los esfuerzos generosos de valientes misioneros y cristianos mártires que vertieron su propia sangre para dar testimonio de Cristo, para proteger su fe y edificar esta Iglesia". La principal preocupación de los misioneros - continuó el Cardenal - ha sido preparar evangelizadores, catequistas, sacerdotes, religiosos y religiosas. Hoy "los hijos de vuestra nación conducen vuestra Comunidad eclesial.... Sí, vosotros sois responsables de hacer que la Iglesia de Laos se refuerce en la fe y crezca en la santidad."
El Prefecto del Dicasterio Misionero subrayó después la necesidad de que todos los cristianos asuman con plena conciencia su propia responsabilidad en la difusión del Evangelio y tomen parte en la obra misionera, según la exhortación del Concilio Vaticano II. Luego, dirigiéndoles a los jóvenes, los invitó a escuchar la voz del Señor que los llama y a ser generosos en la respuesta de seguirlo. Por último, el Cardenal concluyó la homilía recordando el Año de la Eucaristía: "Esforcémonos por mejorar nuestras comuniones cada vez que nos acerquemos al altar para recibir a Nuestro Señor. Nuestro esfuerzo será recompensado ampliamente por Nuestro Señor. ¡Que la Virgen Maria nos enseña a recibir a Jesús en nuestro corazón como Ella lo acogió en su seno¡ ". Durante su visita, el Card. Sepe bendijo las instalaciones deportivas en el Centro para minusválidos de Vientiane. En su discurso el Purpurado recordó que "la Iglesia anima el deporte y reconoce sus valores positivos", ya que "el deporte tiene por objetivo el hombre, todo el hombre, en sus dimensiones corporales y espirituales". Luego, después de haber agradecido a todos los presentes y a cuantos han contribuido para financiar las estructuras, el Card. Sepe pidió para todos los que entrarán en el Centro "encontrar salud, alegría, paz, serenidad, amistad y fraternidad". (S.L) (Agencia Fides 26/11/2004; Líneas: 48 Palabras: 681)
