AFRICA/MOZAMBIQUE - “ES NECESARIO SUPERAR CON PACIENCIA LA CULTURA DE LA VIOLENCIA, HERENCIA DE LA GUERRA, PARA AFIRMAR LOS VALORES DEL EVANGELIO” DICE EL ARZOBISPO DE MAPUTO

martes, 1 julio 2003

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) – “Cuando el Papa me impuso el Palio, sentí el peso de la responsabilidad del cargo que me ha sido confiado”. Con estas palabras describe a la Agencia Fides Su Exc. Mons. Francisco Chimoio, OFM Cap Arzobispo de Maputo (Mozambique), la emoción del domingo 29 de junio, Solemnidad de San Pedro y San Pablo, cuando recibió el Palio de manos del santo Padre. “Gracias a Dios cuando nos enfrentamos a nuestros propios límites el Señor nos hace sentir su presencia en nuestra vida” subraya Mons. Chimoio.
El Palio consiste en una banda de lana blanca que es entregada a los Arzobispos Metropolitanos como signo de comunión con la Sede Apostólica. Este año el Papa Juan Pablo II entregó la insignia litúrgica a 40 Arzobispos provenientes de todo el mundo. Con este motivo la Agencia Fides ha entrevistado a Mons. Chimoio que ha descrito brevemente la situación de la Iglesia y del país.
“Mozambique salió hace 11 años de una guerra civil que duro 25 años y uno de los desafíos de la evangelización es superar la cultura de la violencia herencia de la guerra” dice a Fides Mons. Chimoio. “Gracias a Dios no hay odios profundos entre la población, pero muchos combatientes que estaban habituados a obtener el propio sustento gracias a las arma, ahora se han convertido en bandidos que extorsionan a la población. En este contexto, la Iglesia continua su trabajo de evangelización y promoción humana sabiendo que no se pueden cambiar el corazón y la mente de las personas de forma inmediata sino solo a largo plazo”.
Otro problema que Mozambique debe afrontar es la grave sequía que desde hace meses afecta a amplias zonas del país. A este respecto, Mons. Chimoio afirma “además de solucionar la emergencia es necesario pensar en como evitar que en el futuro se repitan desastres como este. Mozambique tiene una tierra fértil y abundancia de agua; el problema es que no existe una red eficaz para distribuirla cuando es necesaria. Desgraciadamente no tenemos dinero suficiente para crear infraestructuras necesarias (pozos, canales, diques etc...)”
“Como consecuencia de esta difícil situación” prosigue el Arzobispo de Maputo “los campos se están quedando vacíos y las ciudades se llenan de campesinos, la mayor parte de los cuales engrosan las filas de los parados. Una parte de esta población podría ser empleada en la agricultura según convenios que les ofrezca la asistencia adecuada: desde el agua a las escuelas, de los hospitales a los créditos a interese bajos” La Archidiócesis de Maputo tiene una población de 3.859.000 habitantes de los cuales 464.000 son católicos.
(L.M.) (Agencia Fides 1/7/2003 Líneas: 36 Palabras: 458)


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