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Niamey (Agencia Fides) – Padre Nicolas Ayouba, Superior de la Vice-Provincia de África Oeste de los Redentoristas, ha enviado a la Agencia Fides una carta con los comentarios de un periodista de Niger, que publicamos a continuación:
Una fuente de inspiración para la coexistencia pacífica.
Los acontecimientos trágicos y destructivos del viernes 16 y sábado, 17 de enero de 2015, en Zinder y Niamey, no han perturbado la calma olímpica de los cristianos. De hecho, más allá de la pérdida de vidas humanas, estos eventos han sido condenados por unanimidad por todos los nigerianos sinceros y apasionados por la paz, en especial los de credo musulmán. A pesar de que el caos religioso, en cuyo nombre tuvo lugar el episodio contra Charlie, ha causado la destrucción de los lugares de culto, los cristianos llaman a sus hermanos a la calma y a la serenidad, a la tolerancia y a no alimentar el odio hacia los musulmanes. Esta actitud de superación, que han demostrado los cristianos frente a las pérdidas irreparables que los manifestantes les han infligido, debe ser un ejemplo en África y en todo el mundo. Aún mejor, el lunes 26 de enero, los obispos de la Iglesia Católica salieron para apaciguar el espíritu de los cristianos y musulmanes, llamándolos a la convivencia pacífica. ¡Que extraordinario comportamiento de paz!. ¡Que fuerza de ánimo y que actitud no violenta! Son atacados, asesinados, destruyen sus propiedades, sin una razón justificada, lo normal seria pedirles perdón a ellos, pero, curiosamente, son ellos los que piden perdón a las otras comunidades, llamando a la convivencia pacífica. Les destruyen todas las infraestructuras que han tardado mucho tiempo en construir, pero que no se enojan, o se ponen contra los nigerianos. En vez de eso, llaman a la amistad, la hermandad y la unidad, para tener la fuerza de luchar contra un enemigo común que es el terrorismo y el fanatismo religioso. Todos los ciudadanos honestos deberían haber adoptado esta forma de actuar para calmar a la comunidad cristiana. Y sin embargo es la misma comunidad la que tranquiliza a los nigerianos, para decirles en voz alta, que lo que ha ocurrido ha ocurrido sin más y nadie es responsable. Son sólo algunos acontecimientos imprevistos con elementos incontrolados. No acusan a nadie, poniéndose en manos de Dios. ¡Qué nivel de tolerancia.! (Abdoulahi Nouhou) (CE) (Agencia Fides, 14/02/2015)
