AMERICA/MEXICO - Los obispos de la zona de frontera: “No a la indiferencia hacia el drama de la migración”

lunes, 2 febrero 2015

Tapachula (Agencia Fides) – “Emigrar para mejorar la vida es un derecho humano… Tal derecho debe ser protegido por todos”: lo reiteran los obispos de la zona fronteriza meridional de México, en un comunicado publicado el 30 de enero, al finalizar el encuentro celebrado en la ciudad de Tapachula (México) junto a los obispos de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua, donde una vez más han analizado la realidad, siempre dolorosa, de miles de migrantes centroamericanos (véase Fides 26/01/2015; 30/01/2015).
En el documento recibido en la Agencia Fides, titulado “No a la indiferencia ante el drama de la migración”, se recuerda que a diario “cientos de hermanos centroamericanos que extorsionados y agredidos de múltiples formas ponen en riesgo la vida misma en su paso por estas tierras del Sur. Estos hechos no pueden ser motivo de indiferencia, sino de dolor y vergüenza”. Luego reiteran: “La Iglesia no es  indiferente a este drama.  Los constantes llamados del Papa y los Obispos ante esta realidad son una voz a la conciencia de los cristianos y de aquellos que deben ofrecer respuestas eficaces a la sociedad ante esta situación. Una voz lamentablemente no escuchada, sobre todo, por quienes con sus prácticas criminales  hacen más doloroso cada día el paso, de por si inseguro, de tantas y tantos hermanos centroamericanos”.
Las respuestas “inmediatas y generosas” de los católicos y de muchas personas de buena voluntad son numerosas, peor sin embargo “estas respuestas inmediatas, necesarias, son aún insuficientes ante el fenómeno de la migración”. “Sin ser expertos en análisis socio-económicos – continúan los obispos mexicanos - vemos la gran contradicción entre el avance tecnológico del mundo occidental y el enorme atraso de muchas comunidades, particularmente en las zonas rurales e indígenas … Vemos la contradicción entre la globalización, el libre tránsito de las comunicaciones, del comercio, del dinero, y las dificultades de todo tipo que tienen que sortear los que buscan migrar para mejorar. Vemos la contradicción entre las promesas de los gobiernos y de quienes aspiran a cargos públicos en nuestros pueblos, ante la realidad hecha miseria y desaliento sobre todo para las jóvenes generaciones”.
Asegurando que “nuestra voz seguirá siendo la del Evangelio que nos pide a todos un cambio de actitudes”, los obispos mexicanos piden a las diócesis y las parroquias promover una evangelización integral que partiendo del reconocimiento de la dignidad de todas las personas, atienda con especial cariño a los más débiles. A las autoridades se les recuerda su deber de asumir con mayor seriedad el tema de la migración en todos los aspectos: promoviendo fuentes de trabajo digno para erradicar la pobreza, factor fundamental de este drama humano, y garantizando la seguridad de cuantos atraviesan nuestro territorio. Que estos hermanos provenientes de otros países, concluyen los obispos, “nos ayuden a descubrir la riqueza de sus valores, de su cultura y de  su ánimo para mejorar su vida y la de sus familias”. Y que “su paso entre nosotros nos ayude a reconocer que todos estamos de  paso en esta vida”. (SL) (Agencia Fides 2/2/2015)


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