AFRICA/SUDAFRICA - "El trato de los inmigrados de Zimbabwe reflejo de las contradicciones sudafricanas" dice a Fides un misionero que atiende a los refugiados en Sudáfrica

martes, 23 noviembre 2004

Ciudad del Capo (Agencia Fides) - "Los inmigrados clandestinos son cada vez más vistos, por una buena parte de la población surafricana, como el mayor problema del País" dice a la Agencia Fides p. Arcangelo, scalabriniano, que se ocupa de la asistencia a los refugiados en el Scalabrini Development Agency de la Ciudad del Capo, comentando la relación "No War en Zimbabwe" presentada por Solidarity Peace Trust, un cartel de asociaciones que se ocupan de la inmigración en Sudáfrica al que se adhiere también la Iglesia católica. La relación está dedicada a las difíciles condiciones de vida de los ciudadanos de Zimbabwe que buscan refugio en Sudáfrica. "Estas personas huyen de la persecución políticas del régimen de Robert Mugabe, Presidente de Zimbabwe, y de la pesada situación económica que ha visto, en los últimos años, el derrumbamiento de la producción agrícola a causa de una reforma agraria mal concebida y mal actuada" dice el p. Arcangelo. "Entre las personas que buscan refugio en Sudáfrica hay diferentes intelectuales que son perseguidos por ser opuestos al régimen. Entre los refugiados, también se infiltran, por desgracia, criminales, y esto engendra miedo y resentimiento entre la población surafricana" dice el p. Arcangelo.
"El gobierno sudafricano, por motivos de cercanía, para no irritar al Presidente Mugabe, niega el status de refugiado político al ciudadano de Zimbabwe que buscan refugio en Sudáfrica. Esta política ha suscitado profundas críticas por parte de muchas organizaciones humanitarias internacionales y de organismos de las Naciones Unidas" afirma el misionero.
Según la relación "No War en Zimbabwe" de 3 a 4 millones de personas ha dejado Zimbabwe en los últimos años, cerca del 65% de la población activa adulta. De estos, 1.700.000 personas han buscado refugio en Sudáfrica, incluidos 500.000 inmigrados regulares que trabajan en el país.
Los inmigrados considerados clandestinos son enviados al Lindela Deportation Centre, en los alrededores de Johannesburg por ser luego repatriados. Muchas organizaciones humanitarias han denunciado las condiciones de vida del centro. "Una o dos veces a la semana los inmigrados son repatriados con un tren en Zimbabwe o Mozambique. Hay en efecto también muchos mozambiqueños que son rechazados por Sudáfrica" afirma el p. Arcangelo. "A veces se crean situaciones paradójicas cuando ciudadanos de Mozambique son conducidos a la frontera con Zimbabwe, o viceversa ciudadanos de Zimbabwe son enviados a Mozambique."
"La inmigración es vista como un problema creciente de parte de muchos surafricanos. Son sobre todo los más pobres y los menos instruidos quienes temen que los extranjeros puedan convertirse en sus competidores" dice el p. Arcangelo. Efectivamente "el drama de los inmigrados incidirá en una situación social difícil, con peligro de que se conviertan en el chivo expiatorio de las contradicciones surafricanas. Se necesita más humildad por parte de todos para solucionar juntos los problemas de esta tierra que concierne tanto a Sudáfrica como a los países vecinos" concluye al misionero. (L.M) (Agencia Fides 23/11/2004 Líneas: 40 Palabras: 503)


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