AMERICA/BOLIVIA - Los Obispos lanzan una llamamiento apremiante a los bolivianos para que se conviertan en forjadores de unidad y concordia frente al peligro real de división del país y de disgregación del Estado

jueves, 18 noviembre 2004

Cochabamba (Agencia Fides) - "Es urgente crear y reforzar, entre todo, espacios de reconciliación, para superar resentimientos e intolerancias y serenar los ánimos, para un diálogo sincero y efectivo, en la escucha y en la aceptación de posiciones diversas. Necesitamos esfuerzos concretos para alcanzar el consentimiento sobre algunos puntos fundamentales, en la perspectiva del bien común en el proyecto de una nueva Patria". ES la exhortación del Mensaje al Pueblo de Dios de la Conferencia Episcopal Boliviana, publicada al final de la 79ª Asamblea Plenaria, desarrolla del 12 al 17 de noviembre, en la Casa Cardenal Clemente Maurer, en Cochabamba (Bolivia).
El Episcopado Boliviano ha centrado los trabajos de la asamblea en la "Vida y Ministerio de los Presbiterios diocesanos", "cuyo servicio - escriben los Obispos - es fundamental para la vocación y misión evangelizadora de la Iglesia". Los Obispos expresan su aprecio por la dedicación con la que muchos sacerdotes se esfuerzan en servir de la mejor manera posible al Pueblo de Dios, y a la vez que invitan a rezar para que aumente el número de presbiterios, piden al pueblo que "acompañen a los sacerdotes para que cumplan fielmente su ministerio y sean verdaderos guías, pastores y maestros."
Los Obispos también destacado también la situación que vive el país, con el fin de proponer criterios y orientaciones para la construcción de una Bolivia que viva los valores de la justicia social, la unidad y de una democracia más participativa. En el mensaje se manifiesta con mucha preocupación que hasta ahora no se han logrado superar "problemas ya endémicos, que en estos últimos años se han manifestado con más fuerza, amenazando la gobernabilidad, la estabilidad democrática, la unidad territorial y hasta la misma institucionalidad del Estado boliviano."
"El núcleo del problema - según el Episcopado - está en la pérdida de una concepción clara de la ética personal y social, que debe regir las relaciones entre personas y pueblos", por ello, exhortan a volver a las raíces del concepto que quién es la persona en el mundo y en la sociedad. "El tiempo de Adviento, tiempo de esperanza y de cambio, nos empuja a abrir nuestra mente y nuestro corazón al Espíritu del Señor, que nos empuja a cambiar de actitud y de modo de pensar para volver a los valores esenciales de la vida, de la dignidad del ser humano y del respeto de los derechos fundamentales de las personas y los pueblos". Por último, los Obispos dirigen un apremiante llamamiento a todos los bolivianos, para que se conviertan en forjadores de unidad y concordia frente al real peligro de desarticulación y división del país y disgregación de la institucionalidad del Estado.
El Mensaje señala no sólo los aspectos negativos de la realidad, sino también los signos que anuncian un nuevo horizonte: la ley sobre hidrocarburos actualmente en discusión, que desean sirva para promover el bienestar de todos los habitantes, especialmente de los más pobres, para que todos puedan gozar de los beneficios de este recurso natural tan abundante en el territorio boliviano; las elecciones municipales que abren un nuevo período de la vida democrática con el reconocimiento y la participación por primera vez de las asociaciones ciudadanas y de los pueblos indígenas; la Asamblea Constituyente, expresión del deseo de la mayoría de los ciudadanos de construir una Bolivia nueva, según los principios de justicia, equidad, verdad, libertad y solidaridad; las Autonomías Regionales que se oponen al centralismo y apoyan las políticas de descentralización, para superar las grandes desigualdades entre la capital y provincias, entre pueblos y comunidades rurales. (R.Z) (Agencia Fides 18/11/2004, Líneas: 46 Palabras: 625)


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