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Madrid (Agencia Fides) - La fuerte preocupación ante el momento histórico que está viviendo el pueblo español, marcado por el alejamiento de Dios y el relativismo moral, lejos de asustarnos "despiertan aún más nuestro deseo de salir al encuentro de todos los hombres con la propuesta de la vida cristiana", ya que deseamos ser testigos de la esperanza que trajo Jesús, Hijo de Dios entrando en la historia, afirma el Comunicado final del Congreso del Apostolado Laical español, que se ha tenido del 12 al 14 de noviembre en Madrid, y que ha visto reunidos a más de 2000 congresistas procedentes de todas las diócesis españolas, Asociaciones y Movimientos eclesiales.
El Comunicado señala que " Sólo la santidad, que es el nombre de la humanidad transformada por Jesucristo, puede ofrecer a los hombres y mujeres de nuestro tiempo, una respuesta a la altura de sus verdaderas necesidades". En esta óptica, los congresistas escriben que se "sienten enviados en misión, que consiste en comunicar la vida nueva de Jesucristo, presente en la comunión de la Iglesia, allí donde se desarrolla la vida de nuestros hermanos los hombres. Somos conscientes de que a pesar de la marginación social y cultural que tantas veces sufre la fe en nuestra sociedad, la espera del anuncio cristiano sigue viva entre nuestros contemporáneos".
El documento final delinea en síntesis 5 ámbitos prioritarios donde se retiene particularmente urgente una renovada presencia cristiana: "los jóvenes", con sus aspiraciones, sus búsquedas y sus frustraciones, siempre abiertos al encuentro sencillo y luminoso con Jesucristo, único capaz de hablar a su corazón; "la familia", basada en el matrimonio entre hombre y mujer, abierta a la vida, necesita una adecuada tutela legal y el alimento del Evangelio para ser ayudada en su misión; "la sociedad" con sus diferentes areópagos, necesita la sabiduría de la vida cristiana para no perderse en la confusión y en el no-sentido; "el mundo económico y del trabajo", atenazado por las profundas transformaciones y de la mentalidad economista, solicita una nueva experiencia de la dignidad y del sentido del trabajo humano; por último en el ámbito de los "medios de comunicación", forjadores de la mentalidad y la cultura, es necesario hacer oír la voz plena de humanidad de la experiencia cristiana. "Para responder a estos desafíos - concluye el Documento - necesitamos vivir en la comunión de la Iglesia, alimentados por la enseñanza de sus pastores y sostenidos por el testimonio de la santidad de sus mejores hijos". (R.Z) (Agencia Fides 15/11/2004, Líneas: 31 Palabras: 448)
