AMERICA/COLOMBIA - En la región de Chocò: “estamos olvidados de todos, no tenemos protección, la gente vive con angustia y sin esperanza”

miércoles, 9 julio 2014

Bogotá (Agencia Fides) – Se esta llevando a cabo la Asamblea de la Conferencia Episcopal de Colombia y todos los obispos, según el programa del encuentro, expondrán la realidad de su propia diócesis (véase Fides 05/07/2014). La Agencia Fides ha recibido de diversas fuentes locales, los temas presentados ayer a la asamblea por los diversos Pastores.
Ha suscitado una preocupación particular la situación que está experimentando la región del Chocó (Costa Colombiana del Pacífico, que incluye a la Diócesis de Quibdó e Istmina-TADO). Su Exc. Mons. Juan Carlos Barreto, obispo de Quibdó, ha denunciado la constante violación de los derechos humanos en la región, las dificultades geográficas para acceder a la zona, a lo que se suma la presencia de traficantes de drogas, que a menudo obstaculizan e impiden la presencia de los servicios estatales. “No tenemos políticas para la producción agrícola legítima y autorizada, a esto hay que añadir las fumigaciones con glifosato frecuente por parte de las autoridades, que afecta no sólo a los campos autorizados, sino también a los mismos campesinos que viven allí”, ha dicho el obispo.
Su Exc. Mons. Julio Hernando García Peláez, obispo de Istmina-Tadó, ha explicado en su intervención que “una parte de responsabilidad en la violencia que vive la zona se debe a la conducta de las fuerzas de seguridad, ya que algunos de sus miembros están utilizando áreas civiles para protegerse del fuego de los grupos armados ilegales, y en estos enfrentamientos mortales mueren personas inocentes”. Mons. García ha señalado la dificultad de la realidad local: “La situación es muy delicada, y nosotros, como obispos somos la voz de los que no tienen voz, por lo que debemos informar a la opinión pública nacional e internacional de que en esta zona no estamos viviendo en condiciones humanas. olvidados por todos, no tenemos protección, la gente vive en la angustia y sin esperanza”. (CE) (Agencia Fides, 09/07/2014)


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