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Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - Stefano Borgia, nacido en Velletri en 1731 y muerto en Lión en 1804, fue uno de los grandes Cardenal humanistas de los últimos siglos, que unió a la pasión por todas las ramas del saber humano, la pasión por el mundo misionero. Fue precursor en muchos aspectos de la moderna misionología y métodos de evangelización hoy abundantemente usados; dio un impulso el Dicasterio misionero de Propaganda Fide, del que fue Prefecto, como motor de la acción misionera; cooperó para poner las bases del movimiento misionero. En el ámbito de las celebraciones por el bicentenario de su desaparición, ocurrida en Lión el 23 de noviembre de 1804, durante el viaje del Papa Pío VII a París para la coronación de Napoleón, la Pontificia Universidad Urbaniana le ha dedicado hoy un solemne Acto Académico durante el cual le ha sido asignado al Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Card. Crescenzio Sepe, el "Premio Europeo Stefano Borgia". La motivación subraya el ardiente celo del Card. Sepe por la causa misionera, sus calidades de hombre "comprometido tras las huellas del Cardenal Stefano Borgia en difundir el mensaje evangélico en todas las partes del mundo". Los Premios especiales del Bicentenario han sido asignados a los profesores Paola Davoli de la universidad de Lecce, Giangiorgio Pasqualotto de la universidad de Padua y Claudio Strinati, de la Superintendencia especial de Roma.
En su saludo, el Card. Crescenzio Sepe ha destacado como el Card. Stefano Borgia "cultivó con vivaz inteligencia y singular solicitud la historia, la civilización y la lengua de los pueblos lejanos de Roma. Trabajó por construir puentes entre la tradición latina y europea y la islámica, indiana y tibetana". Secretario de Propaganda Fide de 1770 a 1789, Pro-prefecto de 1798 a 1800 y Prefecto de 1802 a 1804, Stefano Borgia "obró de modo clarividente para liberar a los misioneros europeos de los vínculos políticos dentro de los que los correspondientes Países de origen trataban de encerrarlos. Borgia, con providencial clarividencia, era de la opinión que se debía empezar a nombrar Obispos indígenas para crear jerarquías eclesiásticos locales y que hacia falta celebrar los ritos en las lenguas vulgares para acercar el Evangelio a pueblos de costumbres y culturas lejanas del mundo occidental". El Card. Borgia fue consciente de que una actividad misionera fructuosa no podía prescindir del conocimiento de la cultura y la religión de los pueblos, y por ello, fue su objetivo emplear misioneros en la formación del clero autóctono a quienes correspondería después el anuncio del Evangelio a sus propios coetáneos. "A doscientos años de su muerte - ha subrayado el Card. Sepe -, no podemos no reconocer sus calidades de hombre iluminado de Iglesia, de precursor de las relaciones de reciprocidad entre ciencia y fe, y de promotor de los valores de interculturas”.
El Acto Académico ha comenzado con un alegre canto africano ejecutado por el Coro de la Universidad, al que ha seguido la introducción del Prof. Giuseppe Cavallotto, Rector de la Pontificia Universidad Urbaniana, quien ha subrayado la figura de anticipador del Card. Borgia sobre todo en el concepto de Jerarquía local y de formación del clero autóctono. El Santo Padre Juan Pablo II, en un telegrama firmado por el Secretario de Estado, Card. Angelo Sodano, ha dirigido su saludo a todos los participantes en la iniciativa, dirigida a reforzar el diálogo entre cultura y religión. El Obispo de Velletri-Segni, Mons. Andrea M. Erba, ha ilustrado después la figura y el papel de Stefano Borgia, secretario y prefecto de Propaganda Fiel, "de las ideas nuevas”.
En el curso de las dos sesiones previstas a lo largo del día se afrontarán diversos temas relativos a la figura y obra de Stefano Borgia: su perfil en el contexto histórico en que vivió, su compromiso misionero, el epistolario privado, las colecciones de arte indio, los fondos borgianos de Propaganda Fide... (S.L) (Agencia Fides 11/11/2004 - Líneas: 48 Palabras: 683)
