AFRICA/LIBERIA - Reunión de los jefes religiosos liberianos para superar las divisiones del país: "es necesario poner las bases para un nuevo concepto de ciudadanía" afirma un misionero a Fides

sábado, 6 noviembre 2004

Monrovia (Agencia Fides) - Ha sido un primer intento para superar las laceraciones provocadas por los enfrentamientos de la semana pasada (ver Fides 30 de octubre del 2004)” dice a la Agencia Fides el p. Mauro Armanino, Provincial SMA, describiendo la reunión interreligiosa que se ha tenido el pasado 3 noviembre en Monrovia, capital de Liberia. "Estuvieron presentes los jefes musulmanes y de las diversas confesiones cristianas. Éramos un centenar de personas" dice el misionero. "Todos han reafirmado que las tensiones liberianas no derivan de un enfrentamiento religioso y han reafirmado su propio compromiso a favor de la paz."
“No se ha tratado en todo caso, de un encuentro fácil. Muchos presentes habían sido golpeados personalmente por las violencias de los días pasados. Hay quien ha perdido la casa, quién la mezquita o la iglesia. Es ciertamente difícil olvidar la muchedumbre alegre que aplaudía mientras era quemada la principal escuela islámica del país" afirma el p. Armanino. "El conflicto liberiano tiene indudablemente otras motivaciones, pero no se puede negar que hay tensiones ligadas a la religión. Durante años el ser liberiano significaba ser cristiano, hablar la lengua inglesa y haber ido al colegio. Una parte de la población de religión musulmana como los mandingo, estaba pues excluida de esta definición. Ahora es necesario poner las bases para un nuevo concepto de ciudadanía que incluya a aquellos que no entran en los viejos esquemas. Es un trabajo largo. La reunión interreligiosa ha sido en todo caso, un primer paso en la dirección justa".
En Monrovia todavía rige el toque de queda que entró en vigor después de los enfrenamientos de la semana pasada. "La toque de queda deberá se quitado la próxima semana porque está previsto que reabran las escuelas y la universidad, que suspendieron las lecciones a causa de las violencias" dice el p. Armanino.
Mientras tanto , también llegan a Liberia los ecos de la reanudación de los combates en la confinante Costa de Marfil. "La implicación liberiana es desde hace tiempo conocida porque hay mercenarios liberianos que combaten tanto en las filas de los rebeldes marfileños como en las del ejército gubernativo" dice el P. Armanino. Desde hace tiempo se ha creado un flujo de armas de Liberia a Costa de Marfil dónde quien entrega las armas al programa de las Naciones Unidas para el desarme recibe 900 dólares frente a los 300 de quien la entrega en Liberia (ver dossier Fides sobre las armas en África publicado el 24 de julio del 2004). "También el programa para el desarme en Liberia, según mi opinión, ha sido un fracaso. Se han recogido cerca de 26.000 armas, cuando todos saben que son millones las que circulan por el país" dice el P. Armanino. "A veces me pregunto si ciertas políticas sólo buscan perpetuar el estado de dependencia de países enteros de los organismos internacionales."
El 3 de noviembre, en el curso de una solemne ceremonia, los comandantes de las 3 facciones que han combatido en la guerra civil liberiana, devolvieron las armas a la fuerza de paz de la ONU, refrendando el acto conclusivo del proceso de desarme liberiano. (L.M) (Agencia Fides 6/11/2004 Líneas: 39 Palabras: 550)


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