ASIA/SINGAPUR - El Arzobispo Goh: La Pascua nos invita a “anunciar el Evangelio con alegría y pasión”

miércoles, 16 abril 2014

Singapur (Agencia Fides) – La Pascua invita a todos los fieles “a anunciar el Evangelio con alegría en nuestra realidad de Singapur”: es lo que dice en el mensaje de Pascua, dirigido a todos los fieles, el Arzobispo de Singapur, William Goh. En el texto del mensaje, enviado a la Agencia Fides, el Arzobispo recuerda que la Resurrección significa “ganar a la desesperación con esperanza, superar el odio con el amor, la injusticia con el perdón”, y propone a los fieles tres elementos de reflexión.
El primero es “la nueva vida en Cristo”: “El triunfo de Dios en la cruz cancela el pecado y la muerte de una vez por todas, y nos da una nueva esperanza. Como hijos de la esperanza, tratemos de liberarnos de la ira, enojo, malicia, blasfemia, para vivir como nuevas criaturas en Cristo”, “cómo hijos resucitados” en las circunstancias cotidianas, en la vida personal, familiar y laboral.
El segundo punto es “el encuentro personal con el Señor resucitado”, que es el mensaje central de la Pascua, señala el Arzobispo. “La presencia de los discípulos en el Sepulcro nos hace pensar: sólo cuando hemos experimentado este encuentro, podemos conocer el amor del Padre”, dice el mensaje, invitando a los fieles “a una vida Cristo-céntrica”. El encuentro con Cristo, de hecho, “es una experiencia que implica el corazón, la mente y el cuerpo”. Y del encuentro con Cristo resucitado, “que no es una mera comprensión intelectual de la fe, encontramos la fuerza para pasar a través de las pruebas y los desafíos de la vida”.
El arzobispo concluye, con el tercer punto, invitando a “seguir adelante con alegría”: “El Evangelio es la fuente de nuestra alegría y debe ser anunciado con gozo y pasión” en la realidad de Singapur. “Debe ser presentado como algo tan hermoso: esta belleza es Jesucristo, el Señor resucitado, que viene a darnos vida en abundancia, una alegría que el mundo no puede dar, y la verdad que nos hace libres”. El texto termina con una cálida “bienvenida” a los hermanos recién bautizados y con la esperanza de que puedan ser llenados con la gracia de Dios. (PA) (Agencia Fides 16/4/2014)


Compartir: