ASIA/TIERRA SANTA - Los Obispos católicos: un cierto modo de hablar de la persecución de los cristianos sigue el juego de los extremistas

jueves, 3 abril 2014

Jerusalén (Agencia Fides) – La forma y el tono instrumental y engañoso con el que ciertos círculos occidentales arrojan alarmas continuas sobre la persecución sufrida por los cristianos en Oriente Medio responde a cálculos políticos y termina por seguir el juego de los extremistas”. Lo explican los obispos de la Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa, en un documento publicado el 2 de abril por la Comisión de Justicia et Pax que pertenece a este organismo episcopal regional. “¡Persecución! En muchas partes de Occidente”, señalan los obispos “esta palabra está en la boca de la gente. Se dice que hoy los cristianos están siendo perseguidos en Oriente Medio. Pero, ¿qué está pasando en realidad? ¿Cómo debemos hablar con verdad y sin censura, como cristianos y como Iglesia, del sufrimiento y la violencia que continúan en la región?”.
No hay duda - reconocen los obispos católicos de Tierra Santa en el texto enviado a la Agencia Fides - que los recientes levantamientos en Oriente Medio, definidos al principio como “Primavera Árabe”, han allanado el camino a fuerzas y grupos extremistas que “en el nombre de una interpretación política del Islam están creando estragos en muchos países, particularmente en Iraq, Egipto y Siria. No hay duda de que muchos de estos extremistas consideran a los cristianos como infieles, como enemigos y como agentes de las fuerzas extranjeras hostiles, o simplemente como un blanco fácil para la extorsión”. Sin embargo, según los autores del documento, hay que tener en cuenta que los cristianos no son las únicas víctimas de esta violencia y brutalidad. También lo pagan muchos musulmanes que no son fanáticos, llamados “herejes”. Por no mencionar que en las zonas donde prevalecen los extremistas sunitas, son atacados y asesinados los musulmanes chiítas, y viceversa. Los cristianos “a veces son perseguidos por ser cristianos”, pero otras veces son víctimas de la misma violencia que afecta a todos los demás. Con la caída de los regímenes autoritarios que garantizaban la “ley y el orden” - así continúa el análisis de la situación de Oriente Medio que expone el documento - se derrumbó también el orden que habían impuesto los métodos de coerción de la policía y los militares. Los cristianos han vivido en relativa seguridad bajo regímenes dictatoriales. Y ahora algunos de ellos temen que, por su caída, el caos prevalecerá al igual que la violencia desatada por los grupos extremistas. Por otro lado – se lee en un pasaje auto-crítico del documento - la fidelidad a su fe y preocupación por el bien de su país, habrían tenido que empujar a los cristianos a “hablar antes”, a pedir las reformas necesarias. Ante los escenarios actuales, en algunos países de Oriente Medio parece que el único consuelo que queda es el repetir las palabras de Cristo: “Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos”. Sin embargo - dice el documento en un pasaje clave , “la repetición de la palabra 'persecución' en diferentes círculos - por lo general se refiere sólo a lo que sufren los cristianos por parte de delincuentes definidos como 'musulmanes' – sigue el juego de los extremistas, en la patria y fuera de ella, con el propósito de sembrar el odio y el prejuicio y la contraposición entre sus pueblos y religiones”. Los obispos católicos de Tierra Santa sugieren el no proporcionar pretextos a los que persiguen estos diseños. En su opinión, los cristianos y los musulmanes deben permanecer unidos contra el nuevo extremismo y las fuerzas de destrucción, tratando de crear una sociedad “despojada de cristianos y donde solo unos pocos musulmanes, se sentirían en casa”. También porque “todos nosotros, cristianos y musulmanes”, advierte el documento aprobado por el organismo de los Obispos, “debemos ser conscientes de que el mundo exterior no hará ningún movimiento para protegernos a nosotros. Las potencias internacionales y regionales persiguen sólo sus propios intereses”. (GV) (Agencia Fides 3/4/2014).


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