AFRICA/ETIOPIA - Muerte de Mons. Armido Gasparini: 52 años de Misión en Eritrea y Etiopía

viernes, 22 octubre 2004

Addis Abeba (Agencia Fides) - Después de 52 años de vida misionera en Eritrea y Etiopía, murió ayer por la mañana, 21 de septiembre, en Addis Abeba, capital de Etiopía, Su Exc. Mons. Armido Gasparini, Misionero Comboniano, Vicario Apostólico emérito de Awasa, al sur de Etiopía, dónde el Papa Pablo VI lo envió como Prefecto Apostólico en 1973 y luego como Obispo en 1979. Tenía 91 años, había nacido el 19 de agosto de 1913 en Lizzano en Belvedere (Bolonia).
A los 17 años, en 1930, el joven Armido entró en los Misioneros Combonianos, según informa a la Agencia Fides el P. Romeo Ballan, Procurador General de los Combonianos. Después de los estudios teológicos en la universidad Urbaniana de Roma y la ordenación sacerdotal en 1938, Armido fue enviado a Gondar (Etiopía), dónde fue hecho prisionero durante la guerra. Enviado posteriormente, a Asmara, fundó y dirigió por más de un década el "Comboni College", escuela primaria y secundaria que alcanzó gran estima a nivel nacional. De 1959 a 1973 el P. Gasparini estuvo en Roma, con el cargo de Procurador General de los Misioneros Combonianos ante la Santa Sede, hasta su nombramiento como responsable de la incipiente misión comboniana al sur de Etiopía.
Hombre extraordinario por su inteligencia, aprendizaje de las lenguas (hablaba una decena, entre lenguas europeas y africanas) iniciativa, capacidad de trabajo y contactos con las autoridades, bienhechores y organizaciones, Mons. Gasparini consagró todas las energías de su corazón y su fe a la Misión. También fundó una Congregación religiosa, las "Siervas de la Iglesia”, a cuya formación se dedicó sobre todo en los últimos años, después de que el Papa acogiera sus dimisión, a la edad de 80 años.
Las exequias tendrán lugar el sábado 23 de octubre en la catedral de Awasa, dónde Mons. Gasparini será enterrado como primer Obispo de esta misión. Al anunciar su muerte, el Padre General de los Misioneros Combonianos ha querido agradecer al Señor por la larga y laboriosa existencia misionera concedida a este hermano ejemplar, que ha servido con generosa fidelidad a la Iglesia y a las Misiones. (S.L) (Agencia Fides 22/10/2004; Líneas: 28 Palabras: 363)


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