VATICANO - La catequesis del Papa en la audiencia general: " Una profunda ceguera se adueña del hombre cuando cree que evitará la muerte afanándose por acumular bienes materiales"

miércoles, 20 octubre 2004

Ciudad del Vaticano (Agencia Fides) - El comentario a la primera parte del Salmo 48 "Vanidad de las riquezas” (Vísperas del martes de la II Semana; Lectura: Sal 48,2-3.6-8.13) ha sido hoy el objeto de la meditación del Santo Padre durante la audiencia general de esta mañana en la plaza de San Pedro.
El mensaje dominante de la composición poética se puede resumir en una especie de proverbio: "¡El hombre rico e inconsciente es como un animal que perece!". En otras palabras, el Papa ha explicado que "las grandes riquezas no son una ventaja, sino todo lo contrario. Es mejor ser pobre y estar unido a Dios..... Una profunda ceguera se adueña del hombre cuando cree que evitará la muerte afanándose por acumular bienes materiales". "El tema será explorado también por todas las culturas y todas las espiritualidades y será expresado en su sustancia de modo definitivo por Jesús que declara: " Guardaos de toda codicia, porque, aun en la abundancia, la vida de uno no está asegurada por sus bienes" (Lc 12,15)".
La primera parte del salmo es centrada en la ilusión del rico por lograr "comprar" incluso la muerte, pero "por muy ingente que sea la suma que esté dispuesto ofrecer, su suerte última es inexorable. Él, en efecto, como todos los hombres y mujeres, ricos o pobres, sabios o necios, acabará en la tumba, tal como les ha ocurrido a los potentes y tendrá que dejar en la tierra ese oro tan querido, esos bienes materiales tan idolatrados".
"Jesús insinuará a sus oyentes esta pregunta inquietante: "¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida?” (Mt 16,26). No es posible ningún cambio porque la vida es un don de Dios, que "tiene en su mano el alma de todo ser viviente y el soplo de toda carne de hombre” (Job 12, 10). (S.L) (Agencia Fides 20/10/2004 - Líneas: 25 Palabras: 339)


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